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Stella junto a su padre, el 'beatle' Paul McCartney.
Stella McCartney adora a los animales. Es tal su amor por ellos, especialmente por los caballos, que siempre se ha negado a comer carne y a vestir prendas de cuero. E incluso, no puede soportar viajar en aviones cuyos asientos estén forrados de ese material.
A pesar de haber firmado un supercontrato con el grupo Gucci, una de las marcas que más uso hace de la piel y el cuero en sus diseños, Stella McCartney sigue en sus trece, y así se lo ha hecho saber a su nuevo jefe, el director creativo de Gucci, Tom Ford. No hay dinero en el mundo que la lleve a traicionar sus principios.
En Gucci, bajo cuyo amparo la joven diseñadora lanzará su propia marca, respetan sus intenciones. Fuentes del segundo grupo del lujo mundial aseguran que no existe ningún tipo de presión para que Stella haga algo que no desea.
Su legado también queda en la casa Chloé, de la que ha sido directora de diseño en los últimos años. Y es que la firma francesa, que contará con Phoebe Philo como nueva diseñadora, tiene la intención de seguir con la política antipiel.
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