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Carne y pescado crudos

Darle a nuestro gato alimentos frescos es una opción con dos caras, una positiva y otra negativa. Por un lado es cierto que es la mejor forma de que se nutran, pues este tipo de comida favorece un aprovechamiento máximo de sus nutrientes siendo su aparato digestivo capaz de digerir el alimento no cocinado de forma óptima. Sin embargo, toda su dieta no debe enmarcarse en este tipo de alimentación, medir la cantidad es fundamental porque, en el caso concreto del pescado, hay algunos tipos que restan vitaminas en vez de sumarlas. Por otro lado, debes tener especial cuidado con los alimentos crudos por la toxoplasmosis en el caso de la carne y del anisakis en el pescado, trata de que sean piezas de carne o de pescado que hayan pasado por una fase de congelación para acabar con estas bacterias.

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Embutidos

Puedes pensar que el embutido es una comida no demasiado mala para tu gato, al fin y al cabo es carne. Sin embargo según la pieza, generalmente es un ultraprocesado con altos niveles de sal, lo que puede producir serios problemas renales al gato si lo ingiere con asiduidad. Tanto el jamón serrano, el cocido como las longanizas pueden tener niveles de sal muy por encima de lo recomendable pero, además, también pueden tener azúcar, en concreto el fuet y otros salchichones y chorizos, lo que puede producir problemas de salud a tu gato dado que el azúcar es un nutriente vetado para él.

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Bollería y galletas

Tanto la bollería como las galletas para humanos contienen azúcar, lo que las convierte en alimentos perjudiciales para la salud de un gato dado que no digieren bien este nutriente. Por otro lado, si te preguntas si ellos pueden digerir la harina que se utiliza para estas elaboraciones, en este caso la respuesta es sí, pero la harina no aporta ningún nutriente útil para ellos y puede desencadenar obesidad, o por lo menos acelerar un proceso de diabetes. El olor de estos alimentos les interesará, también porque tienen en común ciertas levaduras que pueden utilizarse para las galletas de gatos, y ellos pueden creer que se trata de este tipo de snack.

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Uvas y pasas

Al tratarse de frutas muy inocuas podríamos pensar que tanto las uvas como su versión deshidratada como pasas podrían no ser perjudiciales para los gatos, sin embargo esto no es así. Comer uvas o pasas para un felino puede ser un problema grave que desencadena una insuficiencia renal. Si tu gato higiene este alimento por error, puede ser necesario que contactes con el veterinario. Aunque no ocurre siempre, las estadísticas han demostrado que un gran número de los casos en los que los gatos ingieren estas frutas desarrollan problemas renales y hepáticos, existe una sustancia en concreto de la uva que es tóxica para ellos, y en su versión deshidratada esta toxicidad se multiplica por 4.

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Plátano

Esta fruta de alto contenido en potasio y vitaminas no es demasiado apreciada por los gatos, generalmente no te perseguirán para que les des un trocito de plátano o de banana. Sin embargo, con moderación no es malo darle un trocito, si les apetece, aunque de forma general puede resultar perjudicial para su salud por su alto contenido en glucosa. Si comen más de un trocito la primera consecuencia que tendrán será diarrea.

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Vísceras de pescado

Las vísceras del pescado contienen lo que se denomina como anti-nutrientes que actúan sobre las reservas de vitaminas del gato destruyendo ciertas vitaminas, en concreto suele afectar a la B1, lo que es muy grave pues es indispensable para su movilidad, agilidad y flexibilidad. Una dieta que abunda en vísceras de pescado puede producir que el gato desarrolle rigidez en sus músculos y a que a la larga incluso sufra parálisis.

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Huevos crudos

Aunque pensemos que no hay nada más natural que un huevo crudo, lo cierto es que los huevos que se consumen producidos en granjas intensivas difieren mucho de los huevos provenientes de un corral idílico, son muchos los parásitos que pueden tener si no se cocinan adecuadamente, y estos afectan tanto al ser humano como a los animales. Los gatos, además, son sensibles a una sustancia del huevo denominada avidina que es un antinutriente que produce un efecto adverso en el animal: lo que hace es restar la absorción general de la vitamina B.

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Latas de conserva

Los niveles de sal de las latas de conserva son asumibles para la salud de los seres humanos pero entran en grave conflicto con los gatos, es mucha sal para sus riñones y comer de este tiempo de alimento puede provocar más pronto que tarde un fallo renal en el animal. Aun así, puedes pensar que una lata de atún al natural puede ser perfecta para el gato, pero también tiene un alto contenido en, lo mejor es darle atún fresco (aunque descongelado para acabar con el anisakis), pues además, el de lata tiene conservantes.

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Cítricos

No solamente no debes darle cítricos a tu gato, es que además te resultará en todo punto imposible conseguir que él se acerque a alguna de estas frutas y tan siquiera acerque su hocico. Los gatos odian los cítricos, sean naranjas, limones o cualquier otro. Pero es que, además, son frutas tóxicas por las que sienten una aversión natural. La culpa es de un aceite esencial, el linalool, y que al ser ingerido por el gato puede llegar a afectar a su sistema nervioso central, además de producir una fuerte irritación estomacal.

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