Así es la vida de un perro ciego: consejos e ideas para mejorarla
La enorme capacidad de adaptación de los canes puede hacer que no sepamos que nuestro perro ha perdido visión
Adaptación envidiable a las situaciones de adversidad
Al igual que los seres humanos, los perros también pueden desarrollar ceguera y aunque esto cambiará en mucho su percepción del entorno, lo cierto es que son animales con una increíble facilidad para adaptarse a las situaciones, y en concreto a las dificultades sobrevenidas. De la misma forma que habrás visto perros a los que les falta una pata y que juegan con los demás sin inmutarse y sin que esto les impida relacionarse y seguir sus instintos, también la ceguera es una situación que puede superarse.
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Posibles motivos
Hay causas relacionadas con problemas propios del ojo, tales como glaucoma y cataratas. Estas últimas son más habituales de lo que podríamos esperar, y de la misma forma que ocurre con humanos, una operación quirúrgica puede servir para devolver la visión al can. Se trata de una intervención que sustituye el cristalino por una lente intraocular, y si no hay complicaciones suele resultar exitosa en todos los casos. Sin embargo, las afecciones oculares son varias y no siempre tienen solución, como las alteraciones del nervio óptico, el deterioro de la retina, o problemas de la córnea.
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Gafas para protegerse de accidentes
Debemos tener en cuenta que los perros son animales que caminan a unos palmos del suelo, muchas veces a gran velocidad y que todo su interés consiste en seguirnos el ritmo, cueste lo que cueste, por ello los accidentes en el campo que implican una lesión ocular no son poco comunes al impactar ramas o maleza contras sus ojos. Si sueles caminar con tu perro por zonas que pudieran ser un peligro para sus ojos debes saber que existen gafas especiales para ellos, que protegen su visión y no les restan autonomía.
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Cómo ser consciente de que tu perro pierde visión
Una de las situaciones más difíciles para un dueño es empezar a atar cabos y descubrir que tu perro está experimentando problemas de visión. Cuando esta situación se da en poco tiempo, de forma repentina, es más fácil comprenderlo, sin embargo muchas veces es muy gradual y podemos pensar simplemente que el perro está desarrollando miedos o que no comprende bien las situaciones que nos parecen evidentes. Si no tiene señales visibles en su cristalino podremos creer que simplemente se siente desorientado y temeroso. Durante el periodo de adaptación a la ceguera el perro dejará de comportarse con naturalidad sobre situaciones que antes eran habituales y que le suponían alegría, como subir al sofá de un brinco o echar a correr en el parque.
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La visión se compensa con sus sentidos favoritos: el olfato y el oído
La torpeza es la principal condición que empieza a hacerse palpable cuando un perro deja de ver adecuadamente, sin embargo los perros son animales que tienen una adaptación tan veloz a cualquier situación, que hay casos en los que no es nada evidente para el dueño que algo ocurre. Por otro lado, lo cierto es que siendo la visión un sentido importante, no lo es tanto como el olfato y el oído, por lo que según el perro va perdiendo visión, va agudizando aún más estos otros sentidos, que ya de por sí tiene plenamente agudizados en su condición de can, y así va compensando sus necesidades.
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No le sobreprotejas, necesita adaptarse completamente
Es muy importante que estés a su lado en todo el proceso de adaptación a la ceguera. Ten en cuenta que al principio se sentirá muy inseguro, busca la forma de que la casa mantenga siempre la misma disposición de los muebles, una vez que el perro memorice el mapa mental de su propio hogar podrá hacer una vida normal. La memoria en los canes puede ser muy sorprendente cuando hablamos de visión espacial, distancias y posición de los objetos. También trata de que los olores de las estancias no se vean modificados, el perro se guiará por su recuerdo, por el tacto y por el olor propio de su hogar. Lo importante es que estés a su lado, comprendas en qué consisten los cambios y trates de prestarle la ayuda que él necesita, sin sobreprotegerlo, pues aprendiendo a ser lo más autosuficiente posible es como el perro podrá hacer frente a esta nueva situación sin que ésta suponga un cambio radical en su vida.
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Tu voz es su guía
Al igual que las personas, los perros desarrollan un sexto sentido para reconocer la voz de sus seres queridos, y lo hacen con tanta precisión que ante una situación de ceguera podrá convertirse en una de sus mejores guías para conocer tu posición, estar alerta o tranquilizarse ante una situación de profunda desorientación. Es importante que tanto tú como los miembros de tu hogar seáis conscientes de que vuestras voces van a ser la luz que pueda guiar el hueco dejado por su visión, por lo que a la hora llamar, advertir o indicar a tu perro, los tonos deben de ser coherentes, mucho más si cabe a como eran antes, pues una falta de congruencia entre el tono y la realidad puede hacer que el perro se desubique más.
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Comunica que tu perro es ciego
El comportamiento de tu perro no será el mismo que el de otro que sí puede ver, por lo que si esta condición no es evidente porque el cristalino de tu perro no denota ceguera, es importante que adviertas de esta situación en todo momento en el que pueda entrar en conflicto con otros perros o pueda darse una situación de vulnerabilidad. Por ese motivo, es un dato que puede complementar la ficha del chip de tu perro, además es buena idea indicarlo en su collar. Si el perro se pierde y se especifica claramente que es ciego quienes lo encuentren podrán hacer frente a esta situación de forma más efectiva.
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Adiestrar (aún más) su oído
No hay perro que se resista a jugar recogiendo pelotas, sin embargo para los perros ciegos esto puede ser un tanto más complejo. Sin embargo, no es la vista el sentido que suele regir su orientación en la caza o en el juego, sino el oído. Cuando tiras un objeto en muchas ocasiones el perro no logra tener el campo de visión suficiente como para ver dónde cae, pero es su oído el que recibe el impacto de éste, y el que guía su movimiento. Sin embargo, al tener ceguera hay un dato importante que el perro deja de saber: cuando sueltas el objeto, pues es desde ese momento en el que él debe agudizar su oído y captar el impacto. Si juegas con tu perro a tirarle objetos debes hacer con la boca un sonido cada vez que tires la pelota, así él sabrá que el siguiente impacto que escuche será el objeto que debe recoger. Además, trata de que el material de la pelota sea más sonoro de lo habitual, y si es un juguete que emite sonido mejor.
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