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La otitis es una de las enfermedades más comunes que puede padecer un gato. Está causada por norma general por una bajada de defensas que provoca la inflación de la capa que recubre el conducto auditivo del felino, llamada epitelio. Esta inflamación es muy dolorosa para el gato y puede hacer que sus orejas desprendan mal olor. 

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