1/4

Puede que recuerdes esta serie austriaca que se emitió durante diez años en nuestro país (1994-2004). El protagonista indiscutible era Rex, el pastor alemán que da título a la serie y que es el ayudante de un detective de la policía encargado de resolver diferentes crímenes. Se trata de un perro prodigioso, capaz de mostrar sentimientos y actitudes tan humanas que se metió al público en el bolsillo. Se comporta como un niño que hace travesuras constantemente: odia ir al veterinario y que le bañen, le encantan los bocadillos de jamón y queso, e incluso es capaz de entorpecer, por celos, las relaciones amorosas de su dueño.

2/4

Esta película de ciencia ficción se estrenó en 2007 en Estados Unidos, y fue la séptima película más taquillera del año en su país. Abbey es el nombre de la perrita que acompañó, con 3 años, a Will Smith en esta película ambientada en el futuro. Abbey, que en la película se llama Sam, recibió un entrenamiento de tres semanas antes de empezar a grabar. El rodaje duró seis meses y, según el director, Abbey sólo tenía interés en jugar a la pelota y se ganó el cariño de todo el equipo de la película.

3/4 © Adobe Stock

Fue una ficción americana de los años 50 emitida con muchísimo éxito en la cadena ABC, entre 1954 y 1959, con un total de 170 episodios. Se basó en una serie de películas de los años 20. En ellas se cuenta la historia de Rusty, un niño huérfano,  que es criado por soldados de caballería estadounidense. La serie se basa en las aventuras que viven este niño y su perro Rin tin tin para ayudar a los soldados cuando entraban en combate. A lo largo de los años de emisión fueron varios los pastores que encarnaron a Rin tin tin, algunos de ellos descendientes, incluso, de anteriores “Rin tin tines”.

4/4 © Adobe Stock

Rando era el nombre del pastor alemán que acompañaba al actor James Belushi, un agente de la policía un tanto rebelde, en la misión de atrapar a un peligroso traficante de drogas. Al principio no parecen entenderse muy bien entre ellos, pero poco a poco logran respetarse. Como es de esperar (y como deseamos que ocurra) ambos llegan a hacerse inseparables.

Más sobre: