Al comenzar la búsqueda de un vestido de invitada muchas veces se trata de dar con una propuesta que se diferencie de los diseños del día a día que ya cuelgan del armario. No obstante, a veces merece la pena invertir en modelos de diseño especial pero que, sin resultar básicos, también puedan tener cabida en estilismos más informales aunque no excesivamente desenfadados, por ejemplo en conjuntos de trabajo. De esta forma lograrás alargar la vida del diseño, reciclándolo más allá de la celebración y siendo no solo la invitada mejor vestida, sino la más elegante en el trabajo. Recopilamos varias opciones aptas para crear looks polivalentes y fáciles de adaptar de lunes a domingo cambiando los complementos adecuados. En la imagen, la actriz Phoebe Tonkin con un vestido de Zimmermann de volantes múltiples, perfecto para bodas de verano.