Diseños de tendencia para ser la mejor vestida en una boda y la más elegante en el trabajo

Al comenzar la búsqueda de un vestido de invitada muchas veces se trata de dar con una propuesta que se diferencie de los diseños del día a día que ya cuelgan del armario. No obstante, a veces merece la pena invertir en modelos de diseño especial pero que, sin resultar básicos, también puedan tener cabida en estilismos más informales aunque no excesivamente desenfadados, por ejemplo en conjuntos de trabajo. De esta forma lograrás alargar la vida del diseño, reciclándolo más allá de la celebración y siendo no solo la invitada mejor vestida, sino la más elegante en el trabajo. Recopilamos varias opciones aptas para crear looks polivalentes y fáciles de adaptar de lunes a domingo cambiando los complementos adecuados. En la imagen, la actriz Phoebe Tonkin con un vestido de Zimmermann de volantes múltiples, perfecto para bodas de verano. 

Falda con volantes múltiples y cuerpo con escote halter, un dos piezas perfecto para crear un falso vestido o llevar por separado. De Sfera (35,99 la falda y 25,99 el top).

Volantes en vez de escote

Para dar un soplo de aire fresco a los estilismos de invitada más frecuentes a veces solo basta con tener en cuenta los pequeños detalles: un accesorio de diseño especial, un recogido que favorezca especialmente con la prenda elegida, una joya única... O elegir una propuesta sencilla pero con una apariencia distinta, como el vestido midi con volante en los hombros que lleva Lulu Figueroa en la imagen. Una creación de la firma española L'Étrangère que conquistará a las más románticas. 

Con volantes en la zona del pecho, esta propuesta en tonos azules es de Preen by Thorton Bregazzi (c.p.v.).

'Prairie dress'

Los vestidos de inspiración campestre, conocidos como prairie dress (que podría traducirse como vestido de la pradera) han convencido a royals, estilistas y modelos. La tendencia, que sin duda será uno de los grandes éxitos de los meses venideros, encaja a la perfección en looks de invitada pero también en alternativas más relajadas aptas para llevar al trabajo. En la imagen, uno de los diseños de Dôen para este otoño. 

Vestido de inspiración campestre con fruncido de nido de abeja en el pecho y líneas fluidas, de Zara (22,95 euros).

Maxivestido geométrico

Los estampados geométricos convencerán sobre todo a quien busca reducir la rectitud de la figura. La elección de Belén Hostalet es, además, idónea para bodas de final de verano e incluso principios de otoño. Fluido, con detalles de tendencia y con un bajo que se alarga casi hasta el suelo, puede llevarse con sandalias altas o de tacón cómodo en la celebración y apostar por las zapatilllas o los botines para un look de trabajo atípico. 

Vestido estampado con mangas de farol y abertura lateral, de &Other Stories (99 euros).

Aire 'vintage'

Las propuestas con silueta retro siguen convenciendo a las invitadas más estilosas que han encontrado en este tipo de creaciones una alternativa con la que desmarcarse de las mezclas más típicas. Mangas de farol, líneas que resaltan la figura de la manera más sutil, largo por debajo de la rodilla... son algunos de los elementos que definen estos vestidos, muy fáciles de incorporar al día a día. En la imagen, una de las propuestas de la firma Art Dealer.

En color verde menta, con estética vintage y abertura en la espalda, de Rixo (290 euros).