Quince vestidos de invitada que nunca pasan de moda

Además de ser favorecedor, apropiado para la ocasión y fácil de llevar, para que un vestido de invitada se convierta en una compra perfecta tiene que ofrecer algo más. Por ejemplo, que sea un diseño polivalente que se pueda adaptar a estilismos de día a día o, incluso mejor, que se trate de un modelo atemporal que se pueda llevar año tras año sin preocuparnos de las tendencias del momento. En este sentido, recopilamos los vestidos de invitada más versátiles, no solo porque funcionan tanto con complementos clásicos como con propuestas de diseño más especial, sino porque guardan una vocación de básico sin resultar en absoluto aburridos. Ya sea en una boda de día, de tarde, en el campo o con un dress code exigente, encontrarás el modelo que encaja con tus necesidades.

Escote cruzado

Estos diseños convencerán especialmente a las chicas que buscan modelos fluidos pero que destaquen las curvas sutilmente. Los vestidos de escote cruzado de líneas sencillas tienen una gran caída que proporciona movimiento a la prenda, especialmente si está rematada por volantes, como en el diseño que lleva la experta en moda Jessie Bush en la imagen. No exigen grandes complementos y pueden funcionar tanto en una boda de día como de tarde o una celebración de noche.

En color verde y con media manga, de Bimani (129 euros).

Mono morado con escote cruzado, de Uterqüe (rebajado de 170 euros a 59,95).

Monocromático

Una apuesta segura, especialmente si sigues la guía del tono que más favorece a rubias, castañas y morenas. En la imagen, un conjunto dos piezas monocolor en azul cielo de la firma Barey.

Vestido monocolor azul cielo con drapeado en el bajo, de Staud (265 euros).

Vestido satinado

La estética minimalista de los vestidos satinados o slip dresses hacen de esta prenda una propuesta atemporal que puede actualizarse jugando con los estampados. Para quien busque un diseño que pueda utilizarse año tras año lo mejor son los modelos lisos de colores neutros que pueden cobrar un aire actual luciéndolos con algunos complementos de tendencia.

Slip dress morado con escote en la espalda, de Ba&sh (c.p.v.).

En color marrón satinado, este vestido con tirantes de lazo es de &Other Stories (c.p.v.).

Flores midi

Para esas celebraciones que no exigen un código de vestuario muy exigente, las bodas de día o los enlaces celebrados en ambientes más rurales, los vestidos midi pueden ser la mejor alternativa, especialmente en los meses de verano. Elige un modelo que favorezca tu silueta y que destaque por su aire atemporal, con sutiles detalles de tendencia que puedan funcionar temporada tras temporada. En la imagen, la diseñadora de novias e invitadas Inés Martín Alcalde con un modelo estampado en tonos rosas y rojos.

De corte midi y estampado de flores de inspiración romántica, de Sfera (c.p.v.).

Vestido de flores sobre fondo oscuro y con escote cruzado, de Ganni (239 euros).

Lunares en todas sus versiones

Otra apuesta ganadora para acertar con el look de invitada es el vestido de lunares. De mayor o menor tamaño o con dimensiones combinadas en una misma prenda, este detalle es perfecto para suavizar la silueta y redondear la figura de forma visual. Como toque final, elige accesorios en clave minimalista si quieres decantarte por la estética effortless o complementos más llamativos para una celebración de tarde-noche.

Vestido de lunares con tirante fino, de Zara (29,95 euros).

En color negro, con polka dots de diferente tamaño en color blanco. De Topshop (49 euros).

Estampado de flores

De forma paralela a las flores que comienzan a verse por las calles con la llegada del buen tiempo, los escaparates de las tiendas empiezan a llenarse de vestidos con estampados florales en todas sus versiones. Este año han triunfado los de aire retro e inspiración ochentera pero no son los únicos. Los vestidos de invitada más clásicos recurren al print más tradicional y demuestran que para acertar con un look no hace falta apostar por mezclas poco convencionales. Si buscas un diseño para una boda de día elige uno de corte midi o largo en tonalidades claras como el que lleva la influencer madrileña María F. Rubíes. Para la tarde y la noche mejor una opción de colores menos brillantes.