Ana de Armas es una de esas actrices que buscan mantener su vida privada, pues, privada, de ahí que poco se sepa sobre la relación que mantiene con Tom Cruise desde que coincidieron en el rodaje de Deeper. A decir verdad, le hemos perdido la pista a la pareja; la cubana solo se ha dejado ver en Puerto Rico y, más recientemente, en París. Siempre en solitario, muy sonriente y, sobre todo, celosa de su intimidad. ¿Tendrá alguna cita romántica pendiente en la ciudad del amor?
Ana de Armas, enigmática y minimalista en su llegada a París
Este lunes 29 de septiembre damos inicio a una nueva edición de Paris Fashion Week, la gran cita con la moda que Ana no se pierde por nada del mundo; al fin y al cabo, es una de las principales embajadoras de Louis Vuitton, cuyo desfile de la colección Primavera/Verano 2026 se celebra en cuestión de horas. Ella aterrizó con antelación en la ciudad del amor y la alta costura, sin embargo, porque en sus planes estaba asistir a la cena previa al show, a la que solo están invitadas las amigas íntimas de la maison.
Tuvo lugar en el restaurante Caviar Kaspia, un símbolo en sí mismo desde su fundación, en 1927. Infinitas celebridades han pasado por este local que cuelga el cartel de exclusividad en la puerta. Luminarias cálidas en las mesas, eclipsadas en muchos casos por el brillo de las estrellas que lo frecuentan; sus blinis o las patatas, obligatoriamente adornadas con caviar; el chocolate Kaspia, su postre insignia... Son incontables las razones por las que se ha convertido en templo de la gastronomía y punto de encuentro de la clientela VIP de París.
Sin rastro de Tom Cruise
Nadie descarta que el actor de Top Gun y Misión Imposible se aparezca por sorpresa en París justo a tiempo para los desfiles, pero, por los momentos, Ana no quiso desvelar nada más en su encuentro con la prensa a la salida del local, y tampoco encontramos en su look pistas que nos permitan saber en qué punto se encuentra, ¿o sí? En 2025, el armario de la actriz se ha teñido de blanco y negro, gamas tan minimalistas y puras como enigmáticas que quizá indican que la intérprete de Blonde y Ballerina busca mantener un bajo perfil.
Una tarea complicada si eres Ana de Armas y, especialmente, si te enfundas en un traje negro perfectamente entallado como el suyo, de chaqueta con doble botonadura y pantalones rectos tobilleros, que inmediatamente hemos añadido a nuestra lista de necesidades para la temporada de frío. Cualquier plan de noche (e incluso alguno de día) se resuelve con este conjunto de sastrería eterno y sumamente elegante, que apenas exige complementos y joyas para verse bien.
Coge apuntes de la realeza británica: traje negro con mocasines
Ana dio el ejemplo y remató todo con unos mocasines Academy, de Louis Vuitton, realizados en cuero negro con lengüeta de lona Monogram marrón y hebilla dorada sobre el empeine. Se trata de un modelo que, aunque tiene variaciones actuales, ya no se vende en tiendas y puede ficharse solo de segunda mano, oscilando entre 750 y 1000 euros.
Para las chicas que no quieren calzar bailarinas, porque les parecen demasiado cursis, y también para las que adoran las zapatillas, pero saben que este calzado deportivo rompe con el protocolo de la mayoría de eventos, los mocasines son una alternativa perfecta, con ese toque justo de sobriedad masculina y muy elegantes.
Amalia Windsor es una de las grandes defensoras de este truco de estilo y son ya varias las bodas y fiestas a las que ha asistido combinando un vestido de invitada y mocasines clásicos, algunos de ellos hasta con suela dentada.