Ir al contenido principalIr al cierre de página
Alexandra de Hanover © FilmMagic

El detalle que Alexandra de Hannover repite en todos sus looks (y que ahora vuelve a ser tendencia)

Del cuello bebé en sus vestidos de verano a las blusas de entretiempo, la hija de Carolina de Mónaco demuestra que los clásicos nunca fallan


27 de julio de 2025 - 17:16 CEST

Alexandra de Hannover no acapara, a su edad, tantos titulares como lo hacía Carlota Casiraghi, pero es innegable que tiene un estilo muy característico (y totalmente reconocible). A veces es por su melena cobriza, otras por su andar tímido pero resuelto en los front rows más selectos. Pero casi siempre, y esto es lo que nos llama la atención, es por un cuello Peter Pan asomando sobre su vestido o jersey como si fuera el sello de una carta enviada desde otro tiempo.

Alexandra de Hanover© @alex.hanover

Esta semana, la benjamina de Carolina de Mónaco ha vuelto a hacerlo: reaparecer impecable, adorable y aristocráticamente dulce con un vestido de aire vintage, manga corta y un pronunciado cuello bebé que parecía pedir a gritos un “bonjour, mademoiselle”. Lo ha llevado, por supuesto, sin estridencias: maquillaje mínimo y ese aire de colegiala europea de los años noventa que hace que incluso las abuelas de la alta sociedad susurren "¡qué mona va esta niña!".

Alexandra de Hanover en París© @alex.hanover

Pero lo interesante no es solo el vestido, sino el patrón. Si hiciéramos una retrospectiva de estilo de Alexandra de Hanover, el cuello bebé sería una constante. Lo ha llevado en vestidos florales en la ópera, en camisas blancas y hasta en jerséis de punto, como si Audrey Hepburn se hubiera colado en una película de Wes Anderson. No hay prenda que no dulcifique. No hay evento donde ese cuello no funcione.

Alexandra de Hanover© @alex.hanover

Un cuello con historia (y bastante más carácter del que parece)

El cuello Peter Pan, también llamado "cuello bebé" en sus versiones más redondeadas, no fue, de hecho, parte del vestuario original de Peter Pan. Ni siquiera era masculino. Su fama comenzó en 1905, cuando la actriz Maude Adams interpretó al eterno niño en una obra de Broadway y lució una blusa con cuello redondeado, que la moda victoriana rápidamente convirtió en tendencia. Desde entonces, ha vestido a princesitas de cuento, a niñas traviesas con calcetines altos, a Mia Farrow en La semilla del diablo y a Alexa Chung en sus épocas más brit-pop.

Alexandra de Hanover© alex.hanover

En su versión más pura, el cuello Peter Pan tiene algo de nostalgia, algo de corrección británica y un puntito de travesura. Alexandra lo ha entendido perfectamente. Es un cuello que dice: “soy educada, pero no sosa”; “soy de la realeza, pero no necesito un vestido de gala para demostrarlo”.

Alexandra de Hanover© FilmMagic

Una firma de estilo (y de identidad)

Mientras otras royals se lanzan a las hombreras arquitectónicas o a los escotes imposibles, Alexandra cultiva un estilo reconocible, encantador y sin fecha de caducidad. El cuello Peter Pan, además, le permite flotar entre la adolescencia y la adultez con una gracia poco común: ni parece disfrazada de señora ni se aferra a una niñez impostada. Simplemente es ella: mezcla de Mónaco y de Austria, de Grace Kelly y de cine indie.

Alexandra de Hanover© @alex.hanover

Y si algo hemos aprendido de la moda a lo largo de las décadas, de Chanel a Chloë Sevigny, es que la constancia estilística no es aburrida, sino profundamente revolucionaria. Más aún cuando esa constancia tiene forma redondeada y nombre de cuento. Así que sí, podríamos hablar de su vestido, pero lo realmente fascinante de Alexandra no es lo que lleva, sino cómo ha sabido convertir un cuello de niña bien en un manifiesto silencioso. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.