Hay varios motivos por los que la icónica serie protagonizada por Sarah Jessica Parker se ha convertido en una ficción atemporal. Pero podríamos resumirlos en dos: por un lado, lo mucho que podemos sentirnos identificadas con parte de la trama o sus reflexiones, sin importar el año en el que la veamos. Y es que puede que Sexo en Nueva York se estrenase en 1998, cuando todavía algunas no teníamos edad para comprenderla, pero perfectamente podemos verla en 2025 y conectar con ella. Algo que también ocurre con su secuela, And just like that..., en la que aquellas treintañeras que seguían sus episodios en los noventa, casi tres décadas después, vuelven a estrechar lazos con Carrie, Charlotte, Miranda o Samantha (aunque Kim Cattrall se saliese del proyecto).
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Pero otro de los motivos es la moda, protagonista también de Sexo en Nueva York. Durante las seis temporadas que dura la serie, el armario de Carrie es un deleite de looks de ensueño que tanto tiempo después siguen inspirando a las invitadas. La semana pasada veíamos a la actriz Jenna Ortega presentar su última película, Hurry Up Tomorrow, enfundada en aquel vestido de estampado gráfico de periódico diseñado por John Galliano para Dior, que apareció en uno de los episodios.
Y no es la única que en estos días ha querido hacer un guiño al personaje de Sarah Jessica Parker, pues también Olympia de Grecia le dedicaba un guiño a través de uno de sus últimos conjuntos, apostando por un vestido de princesa que hace honor a su título.