Hablamos con Beatriz de los Mozos, creadora de las bailarinas de terciopelo que adoran las 'royals'

La diseñadora de Flabelus nos cuenta las claves del éxito internacional de su firma

Por María Palma

Ha conquistado las calles de grandes ciudades como Madrid, París, Barcelona, Nueva York y Milán con sus maravillosos diseños confeccionados con tejidos especiales y suelas de neumáticos reciclados. Propuestas de lo más fotogénicas que abogan por la comodidad que roban el protagonismo a los tacones clásicos y las zapatillas deportivas. ¿Quién está detrás del éxito de estos zapatos españoles que se han colado incluso en los armarios de las royals más estilosas de la década como Beatrice Borromeo? Hablamos con Beatriz de los Mozos, creadora de Flabelus y la responsable de que hoy las bailarinas (y sus demás versiones) se hayan convertido en el zapato más buscado de las últimas temporadas.

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"Soy persona muy emprendedora y creativa, con ganas de transmitir un poco la tradición española en el mundo. Todo este mundo de Flabelus sale de mí. Me encanta crear desde la imaginación, sobre todo, con un poco un surrealismo adaptado, y los zapatos dan lugar a un mundo mágico muy divertido" nos cuenta. Abandonó su trabajo en Londres (que nada tenía que ver con la industria de la moda) para dar vida a esa idea emprendedora que surgió días antes de la llegada de la pandemia: crear una nueva silueta que ayudaría a quienes tienen dolor de pies y nunca podían lucir bailarinas. Y a pesar de los impedimentos y las fronteras cerradas a cal y canto durante los primeros meses de 2020, se embarcó en esta aventura en solitario que ahora aterriza en Miami Design District con un pop up de la mano de la plataforma de moda hispana Stitch Lab. Hoy, con las slippers (el modelo más vendido y el sello de la firma) a sus pies puede confirmar que no se equivocaba.

¿Cómo se inició la historia de Flabelus?

Iba a ser un side project, para nada mi proyecto principal porque yo trabajaba en ventas en una empresa de inteligencia artificial en Londres, no tenía pensado dedicarme a esto. Quería importar venecianas de Venecia a Madrid: hablando con los diferentes productores, me dijeron que no adaptarían el zapato a los cambios funcionales que quería implantar. Tengo un problema enorme de espalda y el zapato muy plano me afecta a la espalda, no me lo puedo poner durante un tiempo muy largo, me duelen los pies. Quería añadir una estructura interior que tenga un poquito de altura que me permita darle esa forma más consistente y cómoda.

Me puse en contacto con varios proveedores españoles de alpargatas, di con un proveedor muy artesanal y en enero llegó el primer prototipo a casa, ¡no me esperaba para nada el zapato que me recibí! Era una alpargata, de forma y construcción, pero de diseño era una veneciana. Tuvo lugar justo antes de que empezara el COVID, en enero de 2020 me llegó la primera alpargata, nos arriesgamos y para nuestra sorpresa vendimos todo muy rápidamente. 

¿Qué inspiración hay detrás?

Quería dar vida al mundo, porque una cosa es un producto y otra es cómo se transmite. Hablando con amigos me preguntaron qué quería transmitir, obviamente tenía una parte muy clara (la construcción del zapato) y lo quise ligar con mi mundo literario. Me encanta leer, desde muy pequeñita, es una de mis pasiones, ¡así que las uní! Cada zapato se inspira en un personaje, incluso los colores. Las primera colecciones fueron Dante y Beatrice, Romeo y Julieta, Alicia en el país de las maravillas... 

¿Cómo definirías la marca?

Un mundo mágico lleno de imaginación y color, donde los sueños son en realidad en forma de zapatos.

¿Cómo es una chica Flabelus?

¡Una chica 4x4! La mujer Flabelus es emprendedora, madre de familia, una abuela con muchas ganas de compartir con los suyos... Es una mujer muy familiar, pero a la vez lanzada, animada, divertida, aventurera. Clásica, pero también rebelde, ¡incluso hippie! Tiene muchos adjetivos, pero la base de todo es la mujer del siglo XXI. Vamos corriendo a todas partes, como locas, cambiando de escenario de la mañana a la noche y valoramos piezas que nos sigan el ritmo. 

¿Cuál es la fórmula de éxito para triunfar?

Mucho trabajo y un equipo excepcional. Los valores que tenemos son muy reales y tangibles, nos hacen transmitirlo de una manera potente, darle un sentido a lo que hacemos nos hace creernos mucho más lo que contamos, creérnoslo de verdad y comunicar mejor la identidad de la  marca. Estamos posicionando la alpargata a nivel global, ayudamos al sector de los artesanos españoles a perdurar en el tiempo y a transmitir su cultura y su forma de hacer las cosas al mundo, y estamos inmenrsos en un mundo literario y mágico muy especial que nos envuelve con ese colorido e imaginación.

Valores que incluso han conquistado a las royals, ¿cómo llegaste a su armario?

¡Porque les gustó! Estamos presentes bastante fuerte a nivel internacional, especialmente en Londres y en París, tenemos muy buenos puntos de venta y eso nos ayuda un montón a posicionarnos, nos da muchísima fuerza como marca.

¿Qué personalidades lo han llevado? Así que que podríamos decir que han llamado bastante la atención.

Beatrice de Borromeo, Tatiana de Santo Domingo, Pippa Middleton... Sí que es verdad que aparecen en medios o no desveló nombres por respeto. Si quieren salir llevando sus zapatos, ¡yo feliz! Esta Semana de la Moda de París la influencer danesa Emilia Silberg  las llevó al desfile de Max Mara. 

¿A quién te gustaría ver con un par de Flabelus? 

Siempre digo lo mismo, ¡a ver si me lee en algún momento! Rosalía porque soy una fan loca, qué culpa tengo, todo el mundo tiene sus sus admiraciones. Y evidentemente, la reina Letizia me encantaría y a nivel internacional Hailey Bieber, con que se los ponga en algún momento me hará ilusión. Son perfiles que no tienen nada que ver con nosotros, pero en el fondo sí. 

¡Personalidades muy diferentes!

Es un zapato que cualquiera se puede poner, son bastante universales. Te cambian un look si por ejemplo lo combinas con un vestido sugerente, te hacen más niña buena. Si te lo pones con un vestido más clásico te dan el toque animado... 

¿Cuáles fueron tus primeras sensaciones al empezar a vender?

Un efecto arrollador. Cuando me ven abriendo tiendas piensan que estoy loca, pero no saben lo bien que se vende este zapato, es una maravilla. La recepción solamente del producto es brutal, tiene algo, produce sentimientos, no me preguntes cuáles, pero realmente cuando nuestras clientas se lo calzan, incluso las que son un poquito menos atrevidas, se pone el color que destaca en su look y dicen que se sienten con más confianza. La que siempre va con tacones de aguja optan por uno plano y valora la comodidad... Son sentimientos muy positivos que hacen que adoren tus diseños, nos recomiendan muchísimo, el boca a boca ha funcionado fenomenal desde el minuto uno. Es esa avalancha de mujeres que lo ven en otras y dicen yo también quiero. 

¿Siempre has deseado diseñar zapatos?

¡Para nada! Fue por casualidad, y qué bonita casualidad. Tengo mentalidad de emprendedora, de empresaria y cuando vi lo bien que se vendía, dejé mi trabajo y me dediqué a ello. 

¿Cuántos pares vendéis al año?

El año pasado cerramos con 60.000 y este año la estimación es 120.000 ¡y vamos a pasarla! Flabelus gusta mucho a la mujer universal, no hay una nacionalidad. Australia, China, Corea del Sur, pasando por México, Chile, Estados Unidos y Europa. 

Las suelas están creadas con neumáticos reciclados... 

El objetivo es ser muy sostenibles, todo lo que podamos. Y ahora mismo, el terciopelo, por ejemplo, es 100% de algodón orgánico, el interior del zapato es de bambú reciclado y poliéster; y la suela corresponde con un 30-40% de caucho reciclado. Tenemos mucho trabajo por delante porque me encantaría poder hacerlas 100%, el problema que tenemos es que la combustión (del proceso de reciclaje) contamina mucho. Hay que encontrar un proceso que sea respetuoso con el medio ambiente y nos permita reutilizar este tipo de materiales tan específicos.

Y además de zapatos, habéis incorporado ropa y joyas, ¿en qué momento habéis decidido ampliar el negocio?

En las tiendas nos piden mucho los total looks. Igual que se llevan un par de zapatos, pueden combinarlo con un vestido. Es un negocio muy pequeñito, pero sí que queremos progresivamente poder dedicar un poquito más de inversión y adaptarlo a la imagen Flabelus, que todo el conjunto tenga sentido. 

También tenéis una colección de novias

Cada vez más nos quieren las novias. Vamos a lanzar más porque es un zapato muy versátil que funciona muy bien, especialmente en plano. Nos apetece dar esta la opción, una novia en flat, aunque haya algún tacón en la colección con materiales especiales, a ver si lo podemos sacar antes que llegue la temporada.

¿Un adelanto de lo que veremos más adelante? 

El colorido a tope, nos apetece un montón, y combinaciones con otro tipo de materiales y tejidos, ¡es muy divertido! Vamos a aprovechar las formas que ya tenemos para seguir añadiendo color que es la base de todo. También haremos más de esfuerzo con la sandalia, más hipster para conquistar a otro tipo de público, no queremos solamente quedarnos en el cute, queremos ser "esta gente tiene un montón de rollo", con independencia del tipo de zapato que tengan.

¿Qué dirías que es lo más difícil y lo más bonito de ser diseñadora y empresaria?

Lo bonito es que realmente miras para atrás y es súper tangible lo que consigues, ¡es un zapato! En abogacía cerraba un caso, pero no es lo mismo que verlo en las personas en su día a día, no son tus amigas pero están llevando algo tuyo, eso es muy especial y sobre todo en diferentes partes del mundo. Verlo crecer es una pasada, un orgullo y satisfación, muy gratificante, pero evidentemente también hay una parte de de suerte y que el producto gusta, si no, no existiría. Pero por otro lado, la parte negativa es un esfuerzo brutal porque estás día sí y día también fyera, sobre todo porque en moda es muy behind the scenes; es muy duro, es siempre ir con una maleta de un lado a otro, mucho viaje, mucha presentación... Hay que saber estar en los megaeventos, en los shooting... Hay mucho esfuerzo físico, emocional, estrés, cansancio. Cuando haces crecer algo, hay mucha parte de trabajo que no se ve, es la carga emocional de decir "tiene que funciona" y si no funciona me caigo con todo el equipo (ahora tengo 30 personas). Es mucha responsabilidad, tienes que tener estómago para digerirlo. 

¿Alguna colaboración en camino?

¡Ninguna se puede decir! Vienen cosas importantes, pero son bastante secretas. El año pasado con Hoff y la vamos a repetir, tenemos un par a nivel global que me encantaría decirte pero no puedo.

¿Y cuando cuando saldrán a la luz?

Una saldrá en junio, otra en octubre y una más a principios del año que viene.

Ahora pones rumbo a Miami con Stitch Lab, ¿cómo surgió la oportunidad?

Miami merece un montón la pena, hemos organizado eventos privados muy chulos y creo que están súper bien planeado, es una maravilla. No sé si somos la única marca española, estamos muy contentas y vamos con el equipo. Surgió en otro evento en Miami, ahí conocí a Karina, la  responsable de Stitch Lab. Mis amigas colombianas que tienen marcas ya habían ido y me lo recomendaron. Si me dicen que algo funciona y es alguien de confianza, no lo dudo y lo intento. 

¿Dónde vendéis Flabelus? 

En Madrid, París, Londres... Estamos presentes en más de 600 puntos de venta a nivel global y en 45 países, ¡es una barbaridad!

¿Cuál es el modelo más buscado?

Hay un poco de todo, depende del público al que al que se dirija. Por ejemplo, en España es verdad que el precio afecta, el que más se vende pues son las Slippers y las Mary Jane, son los modelos más comerciales. Fuera de casa todos los modelos más especiales se están vendiendo súper bien, como Mafalda, otras con tachuelas, cristales y lazos son súper divertidas. 

La idea del vender el 'total look', ¿cómo surgió?

¡En España! Nos lo piden muchísimo en la tienda, así que lo intentamos lanzando alguna pieza. Yo no soy diseñador de ropa y el zapato me resulta fácil porque me encantan los zapatos, pero creo que para dar el salto de verdad necesitamos un equipazo que nos ayude a hacer una colección mucho más comercial. Ahora tenemos una representación pequeñita que vamos vendiendo, estamos encantadas, pero sin grandes pretensiones, queremos hacerlo bien y en cuanto tengamos más de tiempo nos ponemos a ello.

El calzado plano se ha consolidado, ¡incluso en la alfombra roja! ¿Cuál es su futuro?

Todo va por olas, eso es la moda es. Yo no era de este sector, pero al final me encanta la moda, soy una gran consumidora de todas las tendencias y evidentemente pasará como todo. ¿Qué es lo importante? Que el cliente coja tanto cariño a Flabelus que por mucho que pase la moda del calzado plano quiera seguir teniéndolas en su armario. Ese es el objetivo número uno, porque al final hay que ser realistas, sabemos perfectamente que esto es una moda más y que todo pasa, hay que estar preparado para cuando llegue la siguiente.

Para ti ¿qué significa la moda?

Es personalidad porque está muy ligada al gusto de cada persona, es una forma de expresión. La moda puede marcar una serie de tendencias, pero puedes introducir en tu forma de de vestir según quieras. Al final no dejamos de ponernos lo que nos gusta, con lo que nos sentimos cómodos, va mucho más allá, es muy emocional.Yo quiero hacer zapatos que tengan un vínculo emocional con las personas que los llevan. No sé si te pasa a ti, pero tengo mi jersey favorito y me lo pongo porque me siento mucho más cómoda con ello, cuando tengo una entrevista difícil quiero esa prenda. 

¿Construyes un look a partir de los zapatos? ¿Para ti el zapato qué significa?

Antes de nada, cuando conozco a una persona, siempre me fijo los zapatos. Es horroroso, pero lo hago sin querer. Ahora, ya por defecto de diseñadora, me fijo muchísimo más, no deja de ser una parte muy importante del look porque lo puede cambiar completamente. Personalmente (junto al bolso) los uso como lo que da el toquecillo, un poquito más especial porque soy bastante clásica vistiendo, en mi día a día soy muy de pantalones, jersey cómodo y unas Flabelus. 

¿Qué consejo le darías a quienes quieren emprender? 

Si quieres emprender acabas aprendiendo y te lanzas. Los que tengan un poquito de miedo y dudas, que se queden tranquilos porque en algún momento se les quitará. A nivel emocionales duro, yo recomendaría que con calma, la vida te va guiando y de repente lo ves claro. 

¿Cómo visualizas el futuro de Flabelus de aquí a diez años?

¡Un futuro sin límite! Pretendemos ser bastante grandes y dirigir esta empresa hasta una de las grandes a nivel global. Quiero posicionar la moda española mucho mejor y ser un estandarte, aún os queda todavía mucho trabajo.

¿Cómo te sientes como española triunfando fuera de casa?

Muy bien porque te reciben muy bien, echan de menos a los españoles tanto en Francia como en Italia. Es muy gratificante ver cómo te reconocen fuera, tenemos que salir más, atrevernos más, ¡nos echan de menos!

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