La historia de la diseñadora francesa que vuelve locas a las madrileñas

Vestir prendas sencillas, de mucha calidad y exclusivas aunque sin ostentación podría ser una buena definición de qué significa "lujo silencioso", la tendencia que abrazan cada vez más modelos e influencers y que aboga por una moda lenta, de autor, que encuentra en la atemporalidad su esencia. Luego está el chic francés que, aunque inpira en cierto modo esta corriente -también apuesta por la calidad y los básicos-, es más bien un estilo. Y uno de los más imitados. Tomando prestadas las palabras de una compañera en un debate que mantuvimos sobre este tema, si hubiera que personalizar, el lujo silencioso sería Victoria Beckham, mientras que Carlota Casiraghi encarnaría el chic francés. Luego está Sézane, una firma francesa que es lo segundo y bebe de lo primero y que, a lo largo de sus diez años de vida, no solo ha conquistado con sus diseños atemporales y llenos de color a las parisinas, también a las madrileñas. 

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El inicio de una historia de éxito 

Basta un breve vistazo al perfil de redes sociales de la firma para hacerse una idea clara del tipo de prendas que forman parte de sus propuestas. No faltan las chaquetas de patrones sencillos, colores lisos y tejidos gustosos. Tampoco las blusas con detalles especiales -bordados, troquelados, estampados...-, pero siempre con un patrón más bien clásico. Ni los vestidos de estilo boho, que funcionan genial con zapatillas, pero mucho mejor con botas. También es fácil ver que, a lo largo de estos años, se ha ido gestando una comunidad alrededor de Sézane cuyo número supera los 3,7 millones de seguidores en Instagram y funcionan, en esencia, como una gran familia. Quizá es más complicado darse cuenta que el nombre de la firma surge de la contracción del nombre y el apellido de Morgane Sezalory, su fundadora. O imaginar que vender ropa vintage en eBay fue el preámbulo de todo. Pero para llegar hasta el momento actual hay que remontarse bastantes años atrás, cuando Morgane todavía era una estudiante.

El gusto de la diseñadora por la moda viene desde lejos. Nos cuenta que fueron su madre y su abuela las que le enseñaron a "prestar atención a los detalles de cada prenda, a los materiales, los colores, las composiciones de los tejidos... y a cuidar cada pieza para conservarla toda la vida". Tal vez por eso, porque entendía el valor de los diseños antiguos, tras cursar sus estudios de bachillerato y tomarse un año sabático para decidir qué quería hacer con su vida, Morgane empezó a vender ropa vintage por eBay. "Todo sucedió muy rápido, aficionadas al vintage comenzaron a seguir mis selecciones, y fue en ese momento que empecé a darme cuenta de que internet permitiría crear mi propio trabajo. Dos años después, creé mi propio sitio web, Les Composantes, y cada mes ofrecía una selección de piezas vintage, como una cita mensual. Decidí no seguir estudiando y comencé a ofrecer mis propias creaciones".

Así, en 2013 decidió que Les Composantes tenía que evolucionar y lanzó Sézane. "Después de todos esos años buscando ropa para Les Composantes, tuve ganas de ofrecer mis propias creaciones y crear el guardarropa ideal: piezas encantadoras, realizadas con hermosos materiales y un corte perfecto, todo a un precio justo", nos explica.

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Una comunidad fiel y diseños atemporales

Emprender nunca es sencillo y en el mundo de la moda, un sector lleno de competencia, menos. Pero Morgane es de las que opina que cuando las cosas se hacen con pasión, funcionan. La diseñadora nos explica que, a lo largo de estos diez años, han cambiado muchas cosas, pero la esencia de Sézane se mantiene. "Sigue siendo una marca creativa y que crece constantemente. Diría que tenemos la misma alegría y entusiasmo que el primer día cuando todo comenzó", apunta. Tal vez el éxito de su firma radique en que sus prendas tienen una identidad propia —la diseñadora nos explica que para ella sus colecciones "son como cuadros, con piezas esenciales imaginadas en los mejores materiales"—; en que pese a ello no están arraigadas en un estilo particular, sino que al ser básicos atemporales cada uno puede "adueñarse" de ellas y adaptarlas a su propia esencia; o en que representan ese chic francés tan codiciado que ella asegura que se consigue apostando por "buenos básicos, de buena calidad, con los que te sientas bien". O tal vez eso solo sea una parte y la otra mitad de su éxito esté en una comunidad fiel. 

Cuando Morgane creó Sézane las redes sociales empezaban a despegar y ella supo aprovecharlas. No solo quiso limitarse a presentar sus colecciones, como entonces hacían la mayoría, sino a crear una conversación con sus seguidoras, una forma de trabajar que genera confianza y enseña mucho a ambas partes: la firma conoce a sus clientas; ellas, todos los entresijos. "Las redes sociales son para mí un verdadero puente con nuestras clientas, tanto para las nuevas como las que nos siguen desde el primer día. La cuenta de Instagram de Sézane es para mí un medio de comunicación con un verdadero deber de transmisión, pero también de educación. Destacamos causas que nos importan, como durante el confinamiento con nuestros Quartier Libres, pero también las asociaciones que apoyamos con el programa solidario Demain, y los Mercredis Roses, que son nuestros encuentros mensuales de prevención contra el cáncer de mama", nos explica. Se crea así un sentimiento de pertenencia y una comunidad fiel con muchos puntos en común que, además, comparten su gusto por un determinado tipo de moda a la que son fieles. Una especie de grupo de amigas que se ven reflejadas las unas en las otras. 

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Vuelta a los orígenes

Otra de las cosas que siempre ha caracterizado a Morgane es que procura seguir su instinto. Así, en medio de un maremagnum de nuevos proyecto, colecciones y colaboraciones surgió la necesidad de volver a los comienzos, revisar Les Composantes y encontrar que parte faltaba dentro de Sézane y la respuesta pareció evidente: las piezas decorativas. Por eso, desde haces algunos meses, con motivo de su décido aniversario, decidió crear en su tienda online un apartado al que puso el nombre de su portal original, Les Composantes, y en el que ese chic francés de sus diseños se materializa en lámparas, textiles, vajillas... y, cómo no, una selección de propuestas vintage. "Para mí es un retorno a las raíces, un renacimiento... Es la esencia misma de Sézane y refleja mi amor por los objetos de antaño, la calidad, la artesanía... Lo que se transmite y perdura en el tiempo". La forma perfecta de cerrar el círculo.