Cuero y transparencias: Meghan Markle se aleja de su imagen 'royal' con su vestido más cañero
La duquesa de Sussex ha estrenado en Alemania un diseño que nunca habría llevado durante su etapa en Londres
Después de una larga temporada en Estados Unidos, esta semana Meghan Markle ha reaparecido en Europa de la mano del príncipe Harry con motivo de la celebración de los Juegos Invictus, una causa benéfica con la que ambos están muy implicados. A lo largo de estos últimos días, la duquesa de Sussex ha acaparado todas las miradas debido, en gran parte, a su maleta de viaje, ya que ha lucido más de una decena de estilismos y prácticamente todos protagonizados por prendas de estreno. Aunque la mayoría de los diseños se han caracterizado por su minimalismo y su 'lujo silencioso', con líneas depuradas y tonos neutros, en la ceremonia de clausura del evento Meghan ha querido sorprender con un diseño que nunca habría llevado durante su etapa en Londres.
Elegancia y modernidad
Como decíamos, la mujer del príncipe Harry ha dejado a un lado los colores blancos, beis y negros que han caracterizado sus elecciones de los últimos días para decantarse por un nuevo vestido en tono azul petróleo. Continuando con su clara intención de alejarse de su estética royal en favor de una imagen más propia de celebrity, ha apostado por un diseño que, a pesar de ser totalmente elegante y de tendencia, cuenta con varios detalles cañeros que nos hacen pensar que no lo habría lucido en sus actos oficiales como Duquesa.
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¿Habría cumplido el protocolo en Londres?
El primer punto que destaca es su escote palabra de honor. Aunque es verdad que su cuñada, Kate Middleton, sí lo ha lucido de manera esporádica en algun acto de gala, no suele ser un corte típico de looks de la realeza, de hecho, a pesar de ser uno de los preferidos de Meghan, muy contadas fueron las ocasiones en las que se lo vimos en aquella época.
El segundo factor que nos llama la atención es su material, puesto que está confeccionado en piel. Tampoco es que sea un material prohibido para reinas o princesas -prueba de ello es doña Letizia- pero, de nuevo, la mujer del príncipe Harry lo dejó a un lado durante su etapa en Londres para apostar por tejidos más sutiles y delicados. Eso sí, no se trata de una confección discreta, ya que está realizado a base de patrones florales cortados a láser que aportan un efecto relieve tan original como sexy, puesto que incorpora aberturas en las piernas. Este efecto troquelado, sumado al estilo cañero que aporta el cuero, es, quizás, lo más sorprendente de esta pieza.
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Bautizado como Raylene, este vestido, que cuenta con cuerpo efecto corsé, corte a la cintura y falda lápiz hasta los tobillos, está firmado por la casa Cult Gaia y tiene un precio de 1.000 euros. Eso sí, actualmente se encuentra agotado en prácticamente todas las tallas. Para suavizar el look y cederle al diseño todo el protagonismo que requiere, Meghan le ha sumado únicamente unos sencillos salones nude de Aquazzura y pendientes minimalistas de Kimai. Además, ha recogido su melena en un moñito bajo de acabado pulido al más puro estilo bailarina para despejar su clavícula y estilizar más la silueta.