Alessandra de Osma y la regla de las tres 'M' para ser la invitada perfecta a los 30

Era un escenario complicado en el que destacar por encima del resto de invitadas; de ahí que todos los amantes de las tendencias tuvieran el 12 de octubre la mirada puesta en la boda de Eugenia de York. ¿Entre las mujeres que coincidirían ese día en Windsor? Kate Moss, Naomi Campbell, Cara Delevingne o Cressida Bonas; una larga lista de modelos e influyentes que parce no asustó a Alessandra de Osma. Del brazo de su marido, Christian de Hannover, la aristócrata peruana fue una de las mejor vestidas de la cita gracias a un look firmado Andrew GN; una prenda verde musgo que se convirtió en una elección ganadora al cumplir con la regla de las tres 'M': monocromática, midi y con cuello mao.

Está acostumbrada a acudir a numerosos eventos, tanto de día, como de noche; una apretada agenda social que ha hecho que Alessandra de Osma sepa cómo acertar con su estilismo en cada una de sus apariciones públicas. Quizás por eso, y por su buen gusto y conocimiento de las tendencias, la peruana es para muchas el mejor espejo en el que mirarse antes de elegir look. Si hace unos días, la mujer de Christian de Hannover convencía a todos con un diseño a cuadros vichy de Uterqüe, esta semana, ha vuelto a dar en el clavo gracias al que ha sido uno de sus estilismos más sonados, por la relevancia del acto al que acudió. Con motivo de la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank, la experta en moda confió en el diseñador Andrew GN y su vestido midi verde musgo, con detalles florales morados, manga francesa, volante en la falda y cuello mao; un diseño que, junto al tocado magenta de Mimoki y sus stilettos negros de Manolo Blahnik, llamó la atención de los fotógrafos y curiosos agolpados a la entrada de la capilla de San Jorge. 

No es la primera vez que Alessandra de Osma acierta con su estilismo de invitada, pero sí la primera que se impone con él ante nombres de peso dentro del mundo de la moda como Kate Moss, Pixie Geldof o Cara Delevingne. ¿El secreto de su éxito? El vestido cumple con tres reglas de diseño que lo convierten en un modelo elegante, sencillo de llevar y muy femenino: el largo midi de la falda es el más adecuado para un evento de día, el cuello mao aporta un toque romántico a la prenda y la apuesta por un look monocromático lo hace aún más elegante y fácil de combinar con los complementos. Tres factores estilísticos que convierten cualquier vestido 'triple M' en una apuesta ganadora para las chicas de treinta años que quieren huir de cortes mini y escotes 'V'.