Si no te gusta ir de la mano con tu novio, la ciencia tiene un mensaje para ti

El último (y sorprendente) descubrimiento neurológico hará que te replantees muchos gestos de tu día a día en pareja

Por Elena R. Ballano

Es una de las señales de afecto más instintivas del ser humano. Coger la mano de la persona querida está en nuestra naturaleza, menos para algunas mujeres que prefieres ir por libre, sin ataduras físicas. Y si no que se lo pregunten a Melania Trump, famosa por evitar a su marido, cuando bajan las escaleras del Air Force One. Un gesto frío, que podría tener los días contados gracias al último al consejo que tiene para ellas la ciencia.

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Gracias a un estudio publicado a finales de febrero en la revista Proceedings of National Academy of Sciences, un grupo de científicos ha analizado en detalle el fenómeno de la sincronización interpersonal según el cual los individuos entran en simbiosis física a través del tacto. Un hecho que permitiría sincronizar las ondas cerebrales y disminuiría el dolor que sentimos. 

Menos dolor y más romanticismo

Todo surgió después de una experiencia personal vivida por el investigador Pavel Goldstein. Este miembro del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Afectiva de la Universidad de Colorado notó como el día que su mujer dio a luz, el hecho de darse la mano disminuía el dolor que ésta sentía. Con la ayuda de sus colegas de la Universidad de Haifa (Israel), seleccionaron a 22 parejas de entre 23 y 32 años, con al menos un año de relación, para medir su actividad cerebral.

Sometidas a un pequeño estímulo físico, las mujeres notaban menos dolor (reduciéndolo hasta en un 34 %) si tenían con ellas la mano de sus acompañantes. "En nuestro mundo actual tenemos cada vez menos interacción física con la gente. Nuestro estudio muestra la importancia del tacto humano", comenta el experto. Gracias al contacto físico, las personas que están pasando un mal rato se sienten comprendidas y acompañadas por sus parejas; un fenómeno que ya adelantaron anteriormente otros estudios, centrados en el tacto y su efecto a la hora de regular el ritmo cardiaco de las personas.

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