Sofisticación clásica
En este primer maquillaje, sobre una piel bien hidratada y con una base natural -un efecto que se consigue aplicando el fondo de maquillaje con las yemas de los dedos-, solo destacan los labios rojos. Antes de pintarlos, el maquillador ilumina las facciones con uno de sus trucos: aplicar una sombra metalizada a modo de iluminador en zonas estratégicas como los pómulos, el hueso del párpado y el Arco de Cupido.
Para conseguir estos labios perfectamente definidos sin caer en el delineado excesivo, Iván Gómez tiene una técnica efectiva y fácil. Para comenzar, rellena los labios con una barra carmesí y los perfila, con el mismo labial, utilizando un pincel muy fino. Después, con un lápiz, delinea solo ciertas partes como el Arco de Cupido, y perfecciona el contorno eliminando el exceso de producto con un bastoncillo.