¿Y si un zumo para empezar el día no fuera tan saludable como piensas?

La ciencia explica por qué deberías cambiar el jugo de fruta por una pieza entera

Por Regina Navarro

Para unos el desayuno ideal empieza por unas tostadas de aguacate; para otros, como Sara Carbonero, con un bol de fruta con polvos de baobab. Para los más exigentes y buena parte de los nutricionistas contiene un poco de todo -lácteos, cereales, proteína y fruta- para que la primera comida del día sea nutritiva, equilibrada y aporte la energía suficiente para que tu productividad no decaiga. Tal vez por eso un buen número de personas incluyen zumos en el desayuno, una costumbre que, según explica ahora un estudio llevado a cabo por la Universidad de Princeton, no es tan saludable como piensas.

Una de las advertencias que hace el grupo de científicos a través de la revista Cell Metabolism es que el zumo contiene una cantidad muy elevada de fructosa -el azúcar que contiene la fruta- que es complicada de digerir por el cuerpo humano. "Hay una diferencia fundamental en cómo se procesan cantidades más pequeñas y más grandes de azúcar en el cuerpo", explica en el informe Joshua D. Rabinowitz, director de la investigación. Según han descubierto más del 90% de la fructosa se elimina por el intestino delgado, pero si se toma en grandes cantidades es complicado digerirla toda. ¿Y qué sucede con el exceso? Se traslada al intestino grueso, al colon y al hígado, donde podría causar algún que otro daño. Por eso los expertos han recomendado que los zumos y otras bebidas azucarados se consuman de forma moderada, pero Rabinowitz advierte que “solo una lata de refresco o un vaso grande de zumo de naranja es probablemente el doble de lo que consideraría "moderado".

No es la primera vez que los expertos advierten sobre el consumo de zumos. En más de una ocasión los nutricionistas han explicado que la fruta es mejor consumirla entera que exprimida. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Sao Paulo asegura que al tomar una pieza se consumen menos calorías, se produce un efecto saciante y se previenen algunas enfermedades. Sin embargo, al consumirla como zumo se elimina buena parte de la fibra que obtenemos de estos alimentos y se multiplica la cantidad de azúcar que contiene. Han llegado a asegurar que, si una lata de Coca Cola contiene 39 gramos de azúcar, en la misma cantidad de zumo de naranja hay 29 gramos.

Pero no te alarmes, aunque los expertos prefieren que no los tomes de forma habitual, si te gusta disfrutar de un zumo de naranja en el desayuno no es necesario que lo abandones por completo. Simplemente deberías reducir su consumo -unos 100 mililitros estaría bien- y tomarlo con el estómago lleno, nada más terminar el desayuno porque según explica Rabinowitz en el estudio es más sencillo digerir la fructosa cuando ya hay alimentos que sin ellos.

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