Hay una bebida que hidrata más que el agua después de hacer deporte

Y seguro que ya la tienes en tu nevera

Por Regina Navarro

Si eres aficionada al deporte seguro que ya has probado las tendencias fitness de 2018 o, por lo menos, están en tu lista de cosas por hacer. También es probable que elijas cada zapatilla a conciencia y que no utilices las mismas cuando vas a clases de zumba que cuando practicas running. Ya sabes que cada tipo de entrenamiento tiene unas particularidades y que dependiendo de la hora del día a la que lo practiques puedes conseguir mejores resultados. Pero, ¿sabes qué debes beber para reponer las sales y minerales que se pierden durante una sesión de entrenamiento? Lo normal es que barajes dos opciones, agua o bebidas isotónicas, pero según varios estudios -uno elaborado por las universidades de Griffith y Queensland, ambas en Australia, y otro por la de Birmingham- la bebida que deberías tomar después de entrenar sería leche. 

Los científicos de estas universidades sometieron a un grupo de deportistas a varias sesiones de entrenamiento y, después de cada una, les dieron a probar diferentes bebidas: isotónicas, leche de vaca y agua. “La leche permaneció en el sistema mucho más tiempo que el agua o la bebida deportiva”, asegura Alice Roberts, profesora de la universidad de Birmingham. El motivo, en realidad, es más sencillo de lo que parece.

Los componentes de la leche se liberan muy lentamente en el intestino delgado, por lo que se absorbe de forma más gradual por el torrente sanguíneo. Esto consigue que el líquido quede retenido durante más tiempo en el cuerpo. La leche tiene una gran cantidad de electrolitos, incluidos sodio y potasio, que es lo que, aparte de agua, el cuerpo pierde cuando suda. Además, según explica la Fundación Española de Nutrición, las proteínas que tiene la leche son muy completas y beneficiosas para nuestro organismo, ya que contienen ocho aminoácidos esenciales. 

La ventaja que los participantes del estudio vieron a las bebidas isotónicas era que, por normal general, tenían un sabor mejor y dejaba menos sensación de hinchazón que la leche. En cuanto al agua, es la bebida que, curiosamente, menos recomiendan los científicos -al menos sola- después del entrenamiento. Causa una caída en los niveles de sodio y eso puede provocar una deshidratación mayor. Por eso los expertos indican que es bueno sustituirla por leche y, si no es posible, lo mejor es beber un vaso de cada una.

Al ser una bebida más compleja de digerir, los científicos aconsejan que se tome al terminar el entrenamiento y no mientras tanto, como sucede con otras. También que se tome en su versión desnatada o semidesnatada para evitar sumar demasiadas calorías a la dieta. En cuanto a las cantidades, valdría con beber 250 ml (el equivalente a un vaso) ya que se ha llegado a la conclusión de que rehidrata cuatro veces más rápido que el resto de bebidas.

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