Durante más de una década, Chiara Ferragni ha sido considerada un referente del sector de la moda y el lifestyle. De blogger pionera a empresaria global (con 28 millones de seguidores en Instagram y múltiples líneas de negocio), su imagen se construyó sobre una mezcla muy eficaz: cercanía, aspiración y una relación casi emocional con su comunidad. Sin embargo, 2025 ha supuesto un punto de inflexión en esa narrativa, convirtiéndose en el año más delicado de su carrera, tanto dentro como fuera del universo fashion. Y es que lo que empezó como una crisis reputacional derivada de una promoción de productos con fines benéficos, ha acabado convirtiéndose en un juicio penal por estafa agravada, una sacudida profunda para su carrera, su marca personal y su posición en el mundo de la moda.
Del Pandoro a los tribunales: cuándo empezó realmente todo
El escándalo conocido como Pandorogate se remonta a finales de 2023, cuando se reveló que los pandoros de Navidad con su marca (y que promocionaban una supuesta donación a un hospital infantil) no habían generado los beneficios esperados. Tras sanciones administrativas, demandas y una intensa cobertura mediática, los fiscales italianos formalizaron una acusación de fraude agravado y enviaron el caso a juicio en enero de 2025. El proceso judicial no arrancó de inmediato: el juicio comenzó oficialmente el 4 de noviembre de 2025 en el Tribunal de Milán, tras una fase preliminar iniciada en septiembre. Será a mediados de enero cuando se conozca el veredicto del caso, por el que la Fiscalía de Milán le pide 20 meses de prisión.
Que una figura tan mediática como Chiara se sentara ante un juez cambió el relato. La moda, que siempre ha celebrado su energía y estilo personal, reaccionó con cautela: en 2025 se vio una presencia más medida y menos ruidosa en las semanas de la moda, y algunas marcas optaron por distanciarse o no renovar colaboraciones.
Otro gran cambio ha sido su forma de mostrarse. Es importante recordar que una parte central de la marca de Chiara siempre ha sido la exposición íntima y aspiracional de su vida: viajes, familia, pequeños lujos cotidianos. Ese tono se ha ido moderando. Las publicaciones con contenido familiar, celebraciones o momentos personales han dejado de dominar su feed, en el que los mensajes están cada vez más controlados y sus apariciones son más seleccionadas. Un giro que también hemos podido observar en los looks. Si el estilo de la italiana siempre se ha caracterizado por el uso de color, accesorios llamativos y prendas arriesgadas, en los últimos meses hemos visto que sus elecciones son más sobrias. Y eso no es, ni mucho menos, casual. El contexto dicta la estética: cuando la narrativa pública es tensa, la moda puede servir como armadura, y eso se ha visto reflejado en la forma en que ha elegido presentarse en este periodo.
Todo esto, como no podía ser de otro modo, también ha repercutido económicamente en el capital de Chiara. Las sociedades vinculadas a su marca personal, agrupadas bajo Fenice Srl, han registrado pérdidas millonarias a lo largo de todo el año, en parte por la cancelación o no renovación de acuerdos comerciales. Para hacer frente a la situación, la propia influencer realizó una importante inyección de capital, pasando a controlar casi la totalidad de la empresa. Este movimiento tiene una lectura clara: por primera vez, la empresaria se ve obligada a proteger el negocio más que a expandirlo. Ya no se trata de crecer, sino de resistir.
El apoyo de su familia en un momento complicado
A pesar de los desafíos judiciales y los altibajos en su carrera, durante todo este tiempo Chiara ha contado con el apoyo incondicional de su familia, que ha sido un pilar clave en su vida durante estos momentos tan difíciles. Tal vez por eso hace solo unas horas, cuando felicitaba en redes sociales a su hermana Valentina (que ha cumplido 33 años), no se limitaba a compartir una bonita selección de imágenes en las que ambas disfrutan de muchos (y muy diferentes) momentos juntas.
Lo hacía junto a un texto en el que agradece que siempre haya estado a su lado. "Gracias por ser como eres, por ser el más fuerte y maravilloso yo y por enseñarme que puedes ser tan feliz que te asusta. Gracias por convertirte en la hermana sabia para mí y por cuidar de mí cuando lo necesitaba, y gracias por ese mensaje que sigo leyendo cuando quiero recordar cómo se siente el amor verdadero. La familia es para siempre y estoy tan agradecida y orgullosa de ti".








