Con trece años le propusieron hacer un anuncio de muñecas y la experiencia le resultó tan fascinante que cuando le surgió la oportunidad de participar en el concurso Elite Model Look, con catorce años, no se lo pensó dos veces. Y lo ganó. A partir de ahí, Gala Houlihan fue enlazando una sesión de fotos tras otra y creciendo entre desfiles, hasta que descubrió la parte más business y corporativa de la moda.
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Hoy, a sus veinticinco años y después de formarse en ADE y Marketing, vive enfocada -y feliz- en esa otra área del negocio que implica seguimiento de colecciones, planificación de compras, estudio de tendencias… Es ahí donde Gala despliega todo su talento y energía combinando su mirada creativa con su visión analítica. Ávida de aprender y crecer profesionalmente, no descarta emprender en el futuro con su propia firma de prêt-à-porter, aunque de momento es un sueño.
Pero no todo es trabajo para esta joven de madre valenciana y padre neozelandés que disfruta hablando de moda con sus amigas (entre las que se encuentran Amina Martínez de Irujo o Katia Gutiérrez-Colomer), a las que considera irremplazables. Si quiere desconectar e inspirarse viaja a Biarritz, su lugar favorito del mundo, aunque el mejor plan es volver a casa y reunirse con su familia para exprimir el tiempo juntos. Se sabe privilegiada por haber crecido en un ambiente rebosante de amor y arte, por el rico mix cultural de sus raíces y por poder dedicarse al mundo de la moda desde el lugar en el que más puede aportar. No olvides su nombre, porque Gala Houlihan dará que hablar.
El vestido azul de la primera imagen y los zapatos son de Dior y las joyas, de Rabat.
