60 años de Oscar de la Renta. En este aniversario de diamante, la firma volvió a República Dominicana, país natal de su fundador, por primera vez desde la muerte de este. Y esta decisión, la de celebrar su desfile Pre-Fall 2026 en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, cobra todavía más sentido si tomamos en cuenta que coincide con otro punto de inflexión: la salida de sus directores creativos, Laura Kim y Fernando Garcia, que han liderado la casa desde 2016, preservando su majestuoso universo de feminidad.
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Desde 2016, Laura Kim y Fernando Garcia han sido codirectores artísticos de Oscar de la Renta, empresa privada perteneciente a la familia del fallecido modisto y dirigida por Alex Bolen. Asumieron este puesto dos años después de la muerte del fundador, en sustitución de Peter Copping (actualmente en Lanvin), y anunciaron su salida el pasado mes de septiembre para dedicarse al desarrollo de su propia marca, Monse. Este desfile en Santo Domingo es el colofón de una trayectoria de una década explorando ese colorido vibrante, el especial gusto por las flores, el encaje y las siluetas limpias que son tan representativas de Oscar de la Renta.
Esta celebración histórica se llevó a cabo en la emblemática Fortaleza Ozama, el fuerte más antiguo de América, un escenario contundente de arquitectura medieval que sirvió de pasarela para presentar la colección Pre-Fall 2026, con la que Oscar de la Renta ha querido rendir homenaje a las raíces caribeñas del diseñador, así como a los códigos personales -nacidos de las diversas influencias que este recibió en Madrid o París- que han hecho de su sello uno de los más reconocidos a nivel internacional. La Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro José Antonio Molina, puso banda sonora a cada paso de las modelos.
Recordando la vida de un gran maestro de la moda
Con 18 años, Óscar dejó Santo Domingo con rumbo a Madrid animado por su padre, un reconocido agente de seguros, que no dudó en apoyar a su hijo cuando este le dijo que quería dedicarse a la pintura abstracta, así que le financió un viaje a la capital española para que estudiara en la Real Escuela de Arte de San Fernando. Sin embargo, el destino le llevó a trabajar en el taller madrileño del maestro Cristóbal Balenciaga, donde logró su primer éxito: de sus manos salió el boceto de un fabuloso vestido para Beatriz Lodge, la hija del entonces embajador de Estados Unidos en España. Quiso la suerte que la joven Beatriz fuera portada del semanario LIFE vistiendo la creación de Óscar de la Renta, con lo que este diseño dio la vuelta al mundo.
En 1961, se marcha a París para colaborar con Antonio Castillo, la mano derecha de Balenciaga, que acababa de recibir una interesante oferta de la firma Lanvin. Trabajan juntos dos años, porque en su continua búsqueda de novedades, De la Renta decide ir a probar suerte a Nueva York, ciudad que con el tiempo se convertiría en su lugar de residencia definitivo. Allí, otra de las grandes, Elizabeth Arden le ofrece un puesto como diseñador de alta costura de su casa, en la que llegó a ocuparse también del sector de la belleza.
Se mantuvo de 1963 a 1965, año en el que se puso a las órdenes de la diseñadora Jane Derby, a la que reemplaza cuando esta fallece. Sobre los cimientos de esta casa de modas, es cuando De la Renta se decide a crear su propia firma de prêt-à-porter, que este miércoles ha celebrado su 60 cumpleaños. La vida del modisto dominicano se apagaba para siempre el 20 de octubre de 2014, a la edad de 82 años en su residencia de Connecticut, debido a las complicaciones derivadas de un cáncer que le diagnosticaron en 2006.