En 1999 el mundo se preparaba para el cambio de milenio con una enorme expectación: Internet se expandía, la moda estaba a punto de abrazar el maximalismo y la tendencia Y2K, el cine de ciencia ficción había quedado sacudido por Matrix y la Unión Europea allanaba el terreno para el euro. La entrada al 2000 se vivía con una mezcla de incertidumbre y emoción, para la que Versace se preparó aquel año celebrando un inolvidable evento.
Habían pasado dos años del asesinato de Gianni y era su hermana, Donatella, quien se encontraba al frente de la firma como directora creativa. Siguiendo la estela de la opulencia que tanto había marcado el trabajo y la personalidad del modisto, la italiana se encargó de organizar un evento especial bautizado como Diamonds are forever. Se trataba de una gala benéfica para recaudar fondos en la que los diamantes eran los protagonistas, donde además de subastar joyas y diseños, también se pudo disfrutar de un inolvidable desfile con supermodelos del momento.
Y por supuesto, Kate Moss y Naomi Campbell no pudieron faltar. Ambas se habían conocido en 1992 durante una sesión de fotos en Los Ángeles, cuando la primera tenía 18 años y la segunda, 22. "Supe que era especial desde el primer momento", admitió tiempo después Campbell. Desde entonces y hasta ahora han mantenido una amistad inquebrantable que ha sobrevivido al tiempo (y a sus salvajes fiestas), y que Versace contribuyó a construir, pues ambas se convirtieron en sus musas, siendo Naomi la primera mujer negra que desfilaba para la casa de modas.
Y allí estaban las dos amigas, a punto de aparecer en un desfile que se convertiría en espectáculo, abriendo las puertas a formatos como el Victoria's Secret Fashion Show, que hasta entonces pasaba algo desapercibido. Bon Jovi tocaba en directo el tema Lay your hands on me mientras que las modelos recorrían una pasarela de vidrio elevada en forma de diamante.
E inspirados en la gema preciosa que daba el título a esta fiesta, Naomi y Kate deslumbraban con dos vestidos metalizados confeccionados en Oroton, el material de malla metálica que Gianni introdujo en aquella década y pasaría a ser símbolo de Versace. Dos diseños de finos tirantes y silueta asimétrica pertenecientes a la colección Primavera/Verano 1999, con los que se convirtieron sin duda en las reinas de la fiesta. El de Naomi, de hecho, con vistosas mariposas, lo lució en los Grammy del año 2000 Christina Aguilera, y en 2021, lo rescató también Dua Lipa para celebrar su cumpleaños.
A aquella fiesta de 1999 con Donatella Versace como anfitriona, asistieron figuras como el actual rey Carlos III, el grupo The Back Street Boys, el diseñador Alexander McQueen, el cantante Prince o actrices como Catherine Zeta Jones o Elizabeth Hurley. A esta última le unía una especial relación con la firma italiana, pues cinco años antes, Gianni le prestó el vestido que cambió su vida para acudir al estreno de Cuatro bodas y un funeral junto al que era su novio en aquel entonces, Hugh Grant. Un diseño con un escote de infarto y un lateral sujeto por imperdibles dorados, que pasó a la historia de las alfombras rojas como EL vestido: "Versace me hizo famosa en una noche”, admitió la intérprete.
Vestidos metalizados para Nochevieja en Zara
No se nos ocurre mejor ocasión que la última noche del año para enfundarnos en un diseño tan brillante como el de Naomi Campbell y Kate Moss en 1999. Algo en lo que parece coincidir el gigante de Inditex, que sorprendía recientemente con un espectacular vestido de malla metálica en su reciente lanzamiento junto a Ludovic de Saint Sernin, y que además, ha incluido otros dos diseños más a su colección habitual. Vestidos midi para deslumbrar como una supermodelo, que resuelven ese look especial para despedir el 2025.















