Yo soy de Madrid, donde vivo y trabajo. Pero en los últimos años, Barcelona se ha ganado un lugar especial en mi corazón, pues allí tengo amigas y viajo siempre que puedo. Algo que este 2025 he hecho con tanta frecuencia, que ya no vivo la ciudad como una turista más. La costumbre me hace disfrutarla ahora de una forma relajada, que me permite observar con calma a mi alrededor, sin el agobio de tachar de la lista puntos que visitar.
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Y uno de mis planes favoritos es pasear por el barrio de El Born. Soy consciente de que se trata de una de las zonas más turísticas de la ciudad, pues en ella se encuentran enclaves como la Basílica de Santa María del Mar, el parque de la Ciutadella o el museo Picasso. Un lugar que recibe a diario un aluvión de personas, pero en el que también me encanta perderme entre sus callejuelas empedradas.
Siento que se respira un ambiente bohemio, que invita los fines de semana a descubrir alguno de sus bares, alargando el vermú en lugares como El Xampanyet, Can Paixano o El Vaso de Oro (si tienes suerte y encuentras sitio), para terminar tomando unas tapas, y después, visitar alguna de sus cafeterías.
Y en estos paseos por El Born me he fijado en el estilazo que tienen algunas chicas. En general, creo que en Barcelona hay una estética algo diferente a la de Madrid, más relajada y experimental. Me recuerda a veces al street style de otras ciudades europeas como Lisboa o Copenhague, con ese aire effortless, cómodo, y a la vez, con toques atrevidos, ya sea a través de notas de colores, accesorios especiales o una aplicación maestra de los estampados.
Es una percepción absolutamente personal, pero cada vez que voy por este barrio, no puedo evitar hacer una fotografía mental de algunos looks que me encantan. Admitiré, además, que también he notado algo parecido con el estilo de los hombres, a mi parecer, menos encorsetado que en la capital, un poquito vintage y con una gran capacidad para combinar los colores terrosos de forma armoniosa. Aunque no puedo generalizar, claro.
Volviendo a las combinaciones que he fichado en El Born, me parecen especialmente prácticas porque en un plan relajado como tomarte algo con tus amigos, he observado conjuntos que fusionan lo cómodo con lo cool. No faltan pantalones amplios, zapatillas retro o bailarinas Mary Jane, bolsos minimalistas, chaquetas de cuero, jerséis anudados sobre hombros de camisas oversize o joyas doradas y gafas de sol, que hacen que el look pase de básico a interesante.
He visto hasta chicas combinar sus leggings con americanas y jerséis de punto, con fusiones athleisure inesperadas a las que consiguen sacar mucho partido. Me he fijado que prima el calzado plano, como los mocasines (si son junto a unos vaqueros wide leg, mejor) o las botas de tacón modo. En definitiva, un estilo que me parece ideal para aplicar también en Madrid y que inspira más a menudo de lo que admitiré mis conjuntos tanto para ir a la oficina, como para tomar también el vermú en mi ciudad natal.
