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EN FASHION NOVIEMBRE

En Italia lo llaman 'sprezzatura', en España, tener ángel: qué significa este concepto de moda al que todas aspiramos


Nada como esta expresión italiana para explicar el etéreo concepto de la elegancia sencilla y la desenvoltura, ese ‘algo más’ que todos deseamos encarnar y que tan solo unos pocos consiguen


Zita D'Hauteville© Getty Images
8 de noviembre de 2025 - 6:00 CET

A todos nos ha pasado. Entras en una estancia o paras en un paso de cebra y tu mirada se fija, sin saber por qué, en una persona que no conoces, pero que llama tu atención por un ‘algo’ que flota a su alrededor y que no solo es una forma de vestir, sino una manera de estar y  presentarse al mundo que nos hechiza, y que quisiéramos robar para nosotros. En Italia se llama sprezzatura, y podría compararse con el je ne sais quoi francés y el cool británico. Es un don, pero se puede adquirir; es una habilidad innata, pero se puede aprender y, desde luego, es un as en la manga para los bendecidos con esta virtud ‘metafísica’.

Nada nuevo bajo el sol

A pesar de que el concepto de sprezzatura no resuena por las esquinas, es un término acuñado en el siglo XV de la mano del escritor y diplomático italiano Baltasar Castiglione, quien lo esbozó en su obra El Cortesano, en la que describía las cualidades ideales del perfecto cortesano, digno de pertenecer al entorno de los príncipes gobernantes. Castiglione filosofa sobre la importancia de la intuición y pone el foco en el “arte de ocultar el arte”, es decir, salir airoso de cualquier situación sin que se perciba esfuerzo alguno, aunque lo haya. En aquel momento del Renacimiento, muchos artistas se apuntaron a esta nueva pose que los convertía en maestros de hacer fácil lo difícil. Se trataba de irradiar confianza, desenfado y buen hacer sin perder la apariencia de control absoluto. Una senda que empezó a correr como la pólvora en otros aspectos de la vida. Y la moda, claro está, no iba a quedarse al margen.

Sprezzatura© Juan Pablo Chipe

Actitud sí, pero armario también

En el mundo fashion, ser poseedor de ese halo diferencial implica transmitir naturalidad, espontaneidad y desenfado, aunque sean del todo pretendidos. Es lograr ese woke up like this aunque detrás de un look haya horas de producción. Los italianos lo entienden como resultar elegante sin que se perciba la búsqueda de esa elegancia. Elegir cada diseño y combinarlo con una gracia especial, personal e intransferible. Por ello, no podemos obviar que tener un buen fondo de armario ayuda mucho a presumir de sprezzatura. ¿Qué sería de la deslumbrante imagen de muchas famosas sobre la alfombra roja, sin largas jornadas de fitting antes del evento? Aunque también es innegable que muchas de ellas obran la magia cuando se enfundan la ropa, y todo fluye en un chasquido de dedos. Pensamos en grandes divas como Claudia Cardinale, Lucía Bosé o Isabella Rosellini. 

Claudia Cardinale (1973)© GTRES
Claudia Cardinale (1973)

Fuera de las fronteras del país con forma de bota, ese ‘algo especial’ también tiene nombre y apellidos. Nos viene a la mente Cate Blanchett, quien aúna esa actitud de ‘pasaba por aquí’ con una imagen del todo deslumbrante. La actriz australiana comparte esa elegancia ‘fácil’ con otras compañeras de profesión como Natalie Portman o Kirsten Dunst. Y la hacen suya también royals como Carlota Casiraghi y Beatrice Borromeo. Entre las páginas de esta revista, también hemos podido descubrir esa distinción fresca y natural en perfiles como Zita d’Hauteville, la princesa Cleo Zu Oettingen-Spielberg, Héloïse Agostinelli o la polifacética modelo española, afincada en Italia, Rocío Muñoz Morales. En ellas vemos claramente esa perfección imperfecta, ese efecto ‘wow’ improvisado, muchas veces con la forma de unos jeans, una camisa y unos mocasines. En la simplicidad y el minimalismo está la llave de este éxito, pero claro, hay que atreverse a prescindir de casi todo lo demás.

Por qué estas son las 'royals' que más inspiran en estilo© Getty Images
Por qué estas son las 'royals' que más inspiran en estilo© Getty Images

El arte de hacerlo sencillo

Si hablamos de la clave para hacer fácil lo arduo, no podemos dejar de mencionar al inolvidable Giorgio Armani. El maestro piacentino dio forma, con sus propias manos, al patrón de la elegancia relajada a la que alude la sprezzatura. Sin embargo, este seductor estilo despreocupado no sería tal sin la percha de la calidad, la excelencia en cortes y tejidos y el toque artesanal. Una camiseta deja de ser insulsa si roza la perfección y, en ese caso, no necesita mucho más. El señor Armani se pasó la vida saludando tras sus desfiles con una liviana camiseta azul marino, coordinada a tono con un pantalón sastre, y nadie se atrevería a decir que eso no era elegancia. 

Richard Gere Giorgio Armani© Getty Images

En cuestión de calidad y artesanía, Italia lleva la batuta desde hace siglos, apostando siempre por lo excelso. La Semana de la Moda de Milán es su mejor escaparate, donde, junto al buque insignia que es el universo Armani, destacan la femineidad sencilla de Alberta Ferretti, la modernidad minimalista de Fendi, la sobriedad premium de Prada, la elegancia urbana de Max Mara, las mezclas resultonas de Ermanno Scervino, la fuerza de los estampados de Versace o el boho de altura de Etro. Todas ellas son firmas que llenan las calles de Milán, Roma, Venecia o Florencia con ese je ne sai quoi a la italiana. Una naturalidad cargada de intención que hechiza al mundo y es objeto de deseo.   

Ellas ya lo sabían

Tomando perspectiva a vista de pájaro, Italia no es el único país donde la elegancia fácil se venera: Francia es otro baluarte de easy going fashion y el famoso ‘desenfado arreglado’ de las parisinas ha llenado ríos de tinta, y es el leitmotiv de firmas que arrasan como Sandro, Maje, Rouje o Sézane. La exmodelo y musa de Karl Lagerfeld Inés de la Fressange es un referente de esta forma de entender la moda, al igual que sus compatriotas, la productora musical Caroline de Maigret o las actrices Audrey Tautou y Anabelle Belmondo. 

Ines de la Fressange© Getty Images
Lauren Santo Domingo© Getty Images

Al otro lado del Atlántico, también se persigue la elegancia sencilla como dress code para todos los días. Y el icono americano por excelencia de esta actitud lo encontramos en la tristemente desaparecida Carolyn Bessette-Kennedy, que con una camisa blanca y una falda midi paraba el tráfico en Nueva York. La bella estilista apostaba por un minimalismo construido con diseños clave, en los que la calidad de la confección era el accesorio perfecto. Sin más. Su declaración de intenciones quedó sellada el día de su boda con John F. Kennedy Jr., al presentarse en el altar con un delicado slip dress, firmado por Narciso Rodriguez, que quedará en la memoria de todos para siempre. 

Siguen su estela las actrices Gwyneth Paltrow, Juliane Moore, Emma Stone, Michelle Williams o la empresaria Lauren Santo Domingo. Todas ellas atesoran ese don de deslumbrar sin esfuerzo aparente, de derrochar elegancia incluso ‘a cara lavada’, esa magia, halo, o como cada uno lo quiera llamar, que está al alcance solo de unos pocos y que, desde Italia, cuna de la civilización occidental, ha logrado seducir a la moda en todos los rincones del mundo con sus artes excepcionales 

¿Sprezza… qué? Sprezzatura. Ahora, ya lo sabes.

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