Poco a poco y con cautela, Blake Lively está retomando sus compromisos laborales, aunque el llamado "caso Baldoni" aún sigue en pie y trayéndole problemas a la actriz y a su marido, Ryan Reynolds. Y si a ello sumamos las indirectas al matrimonio en el nuevo disco de Taylor Swift, quien solía ser su mejor amiga, tenemos la fórmula perfecta para una crisis reputacional; eso sí, quien fuera Serena van der Woodsen en Gossip Girl está intentando demostrar por todos los medios que las cosas van viento en popa, transmitiendo la seguridad y la elegancia de quien tiene las de ganar.
Blake Lively revive su era Serena van der Woodsen
La actriz de El secreto de Adaline y Un pequeño favor fue vista en Nueva York este pasado jueves, de camino a una sesión de fotos para una revista. Llegando a las oficinas de la publicación, los fotógrafos captaron estas imágenes suyas, en las que luce radiante vestida con un diseño camisero y midi de cuero burdeos y un cinturón tipo corsé a juego, del modisto Sergio Hudson.
Por espectacular que fuese la prenda, sin embargo, faltaba el golpe de efecto que suelen propinar los complementos, así que añadió unos salones de tacón de aguja en ante marrón con tachuelas de piedras de colores, de Christian Louboutin, y el nuevo bolso 11.12 de la colección Métiers d'art 2024-2025 de Chanel (10.300 euros), que está realizado en piel de ternera granulada marrón con brillos y metal dorado.
Este posado espontáneo sacudió al instante las redes y parece inclinar la balanza a su favor, demostrando el poder de la moda para crear narrativas y moldear la opinión pública. Ahora que la reputación de la actriz pende de un hilo, pulir su imagen se convierte en parte esencial de su estrategia. Para ponerte en contexto, en caso de que te hayas quedado sin móvil en los últimos 12 meses, lo que comenzó como tensión en el rodaje de Romper el círculo terminó convirtiéndose en un auténtico drama judicial.
Blake Lively denunció a Justin Baldoni, su coprotagonista y director de la película, por acoso sexual, detonando un conflicto mediático que dividió opiniones en Hollywood. Él contraatacó con una demanda multimillonaria - hablamos de hasta 400 millones de dólares- contra Blake y Ryan Reynolds. Desde entonces, la situación ha sido un ida y vuelta constante de acusaciones, y en este terremoto apareció una involucrada inesperada, Taylor Swift, a quien se citó para declarar ante el juez. Ellas eran tan amigas que la cantante es madrina de sus hijas y les dedicó una canción, betty, en su álbum Folclore.
Meses de silencio digital alimentaron la teoría de una ruptura entre ambas. Sin embargo, cuando Taylor lanzó el tema Cancelled!, que forma parte de su último disco, The life of a showgirl, y cantó ese "menos mal que gustan mis amigos cancelados", los fans lo celebraron como una reconciliación. No obstante, según fuentes cercanas a la intérprete de Love story, hace un año que no tienen contacto. Mientras tanto, Blake se ha mantenido parcialmente alejada de los focos y es selectiva con los eventos a los que asiste, de modo que cada aparición pública, como la de este jueves, es una declaración de intenciones, y sus looks acompañan esta estrategia.
Impresionantes joyas de casi 100.000 euros
El maximalismo de su estilo durante la promoción de Romper el círculo ya es cosa del pasado y Blake evoca una elegancia que nos transporta a sus días de rica heredera en Gossip Girl, como si se tratase de la evolución de su personaje, Serena, que 15 años después sigue viviendo en el Upper East Side de Manhattan y comprando en las mejores tiendas de lujo, pero con una imagen más madura y sofisticada, como la de su madre Lily.
"Cuando las oficinas de @wwd están justo en frente de @brentnealejewelry debes entrar y jugar a los disfraces con tus amigas, es un requisito 🤩", escribió en la descripción de estas fotografías, donde presume de sus nuevas adquisiciones.
Entre las joyas que eligió en la tienda de Brent Neale, encontramos un anillo con forma de flor en oro amarillo de 18 quilates y diamantes con forma de pera, que se engastan en los pétalos; un segundo anillo con forma de flor, en oro amarillo de 18 quilates y diamantes, pero esta vez redondos y con un gran diamante en su centro; otro anillo en oro amarillo de 18 quilates, alargado y engastado con un topacio azul talla esmeralda y diamantes baguette.
Sumados a su reloj de oro La Dona, de Cartier, que puede valer entre 8.000 y 10.000 euros en el mercado de segunda mano, y el resto de piezas -como sus pendientes de oro- firmadas por Lorraine Schwartz, calculamos que las joyas de Blake tienen un precio total de casi 100.000 euros. Nada mal para una jornada de reuniones de trabajo.









