Antes de su sonada ruptura con Keith Urban, a quien pidió el divorcio en septiembre tras 19 años de matrimonio, Nicole Kidman protagonizó otros de los divorcios más comentados de Hollywood: el de Tom Cruise, cuyo romance llegó a su fin en 2001, tras once años juntos, dos hijos en común y varios proyectos compartidos. Entre ellos, el de Eyes Wide Shut, la polémica película que protagonizaron dos años antes de poner punto y final a su relación.
Corría el año 1999 cuando presentaron la cinta, el último proyecto del director Stanley Kubrick que este nunca llegaría a ver en pantalla, pues falleció antes de su estreno. Antes, Nicole Kidman y Tom Cruise ya habían coincidido en el rodaje de Días de trueno, donde se conocieron, y en Un horizonte muy lejano.
Eyes Wide Shut escandalizó la época por sus escenas sexuales y despertó la curiosidad por ver a los intérpretes dar vida al matrimonio en la ficción que se ve envuelto en este mundo de poder, infidelidad y deseo. Y aunque dos años después firmarían su divorcio en la vida real, en 1999 y durante el estreno del film en Los Ángeles, todavía seguían juntos y, aparentemente, enamorados.
Aquel mismo año se habían dado el 'sí, quiero' David y Victoria Beckham. También Jennifer Aniston y Brad Pitt acababan de confirmar su relación en la alfombra roja de los premios Emmy. Un momento tan icónico como el del posado de la actriz australiana y su por entonces marido. Y es que Nicole Kidman apareció con un conjunto de dos piezas en burdeos difícil de olvidar.
Se trataba de un top con escote en pico y finos tirantes al cuello, que dejaba la espalda completamente al descubierto. Una prenda a juego con una minifalda de tiro bajo, que completó con sandalias de tiras anudadas al tobillo y brazalete metalizado. Una elección de estilo tan intensa como la trama de la cinta de Kubrick, que resulta especialmente interesante por su origen.
Durante una entrevista con Entertainment Tonight aquella misma noche, la intérprete confesó que había encontrado su look en un mercadillo. Se trataba de un conjunto vintage, y aunque ella no llegó a revelar quién lo firmaba, se ha relacionado con el archivo del diseñador Giorgio di Sant’Angelo, el modisto italoargentino afincado en Estados Unidos, cuyas creaciones de inspiración étnica influyeron en la moda de la década de los sesenta y setenta, así como en la cultura hippy del momento.
Aquel look de Nicole Kidman podría formar parte de nuestros armarios en pleno 2025: ya en los 2000 se consideraba retro, pero con el revival constante que vive la moda, podemos encontrar siluetas similares formando parte de las nuevas colecciones para esta temporada otoñal.
Con aquella elección, Nicole Kidman se sumaba a una discreta corriente que comenzaba a gestarse en las alfombras rojas: la de acudir a los estrenos con ropa de segunda mano. Un preludio del auge por lo antiguo que ya antes habían comenzado a fomentar actrices como Julia Roberts en 1990 durante los Globos de Oro, con aquel icónico traje masculino adquirido de forma improvisada en una tienda local; o Winona Ryder en los Oscar de 1996, con su vestido vintage.