A pocas semanas de su boda, que será 18 de octubre en Sanlúcar de Barrameda, Alberto Herrera y Blanca Llandres, han celebrado este pasado fin de semana una comida con motivo de su pedida de mano, y lo han hecho rodeados de sus seres queridos y su círculo más íntimo, en el que evidentemente no podían faltar los padres del novio y, por supuesto, la hermana de este. Y es que Rocío Crusset no solo ejerce con orgullo de cuñada de la novia, sino que tiene entre manos una misión muy importante por cumplir: es una de las diseñadoras del vestido.
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Rocío Crusset, una hermana del novio impecable
En su boda andaluza, Blanca Llandres lucirá el próximo 18 de octubre un diseño de Nicolás Montenegro, cuya elaboración contará con la ayuda de Rocío Crusset, cuñada de la novia. Sabemos que su relación es estupenda, pues se conocen y son amigas desde la infancia, y la modelo ha afrontado con mucha emoción este bonito encargo que marcará una fecha inolvidable.
Un reto añadido al momento de diseñar, eso sí, es el reciente embarazo de la futura esposa de Alberto Herrera, ya que la pareja ha anunciado hace solo un mes que se encuentra en la dulce espera y su cuerpo está en constante cambio, como es normal.
Para esta comida, Blanca se ha enfundado en un vestido de lino blanco con alerones sobre el escote en 'V' y bordados, de Panambi Collection, haciendo el debido guiño nupcial, mientras que Rocío ha elegido uno muy colorido, de RIXO (495 euros), pero con el que no pretendía opacar a la futura novia. Ser una experta en moda te permite calcular al milímetro estas cuestiones y apostar por el maximalismo en las dosis justas.
Este modelo, de largo midi y mangas tres cuartos acampanada, destaca por su escote en pico que estiliza el cuello y el torso; su corte imperio, presente en muchos de los diseños de esta firma británica, resulta especialmente cómodo y, a la vez, favorecedor, por su costura bajo el pecho y un cinturón ajustable que define la cintura de forma delicada.
Vestido de flores inspirado en la porcelana china
El crepé de seda de estampado Butterfly Mix, con flores en tonos cálidos que recuerdan a la porcelana china tradicional, trasmite unos aires artísticos y bohemios que no esperábamos por parte de Rocío, pues ella suele decantarse en este tipo de eventos por looks lisos y de líneas puras y estructuradas.
La fundadora y directora creativa de la firma de joyas Crusset no ha completado su look con accesorios de su marca en esta oportunidad, tal vez por lo distinto que era el vestido de sus elecciones habituales. Lo ha complementado con unos pendientes colgantes dorados con piedrecitas rojas, en perfecta sintonía, y se ha protegido la vista del sol con unas gafas de montura redonda color hueso, de Celine, que refuerzan esa estética boho chic y setentera de su estilismo.