Con las redes sociales a rebosar de influencers y celebrities, muchas veces encontramos inspiración en looks que llegan de mujeres anónimas y que no necesitan millones de seguidores para marcar tendencia y servirnos de guía para ser las invitadas perfectas en nuestras próximas bodas. Es el caso de Blanca, la invitada que se atrevió a llevar un turbante al estilo pirata y apostó por la moda vintage para asistir a una boda de septiembre en Menorca.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Un vestido con estampado floral y bicolor
Para la ocasión, Blanca eligió un vestido largo en tonos lima y fucsia, con un precioso estampado floral. El tejido vaporoso y su silueta fluida y ligera eran perfectos para una boda de verano, pero también, junto a una capa o unas mangas de quita y pon podría lucirse en los meses de entretiempo.
La prenda en sí era un diseño sin mangas, con escote en uve, y un discreto drapeado en la cintura que confería mucho movimiento al vestido y estilizaba su figura. Pero, sin duda, el broche de oro lo puso el único complemento que llevó: un pañuelo de la misma tela que el vestido, anudado al estilo pirata, aportaba el toque final boho-chic al estilismo, y lo cargaba de personalidad y autenticidad.
Esta invitada apostó por un minimalismo discreto y romántico en pos de la naturalidad y la sencillez. Es el ejemplo perfecto del concepto 'menos es más'. No iba recargada con accesorios, de hecho, no llevaba siquiera pendientes, ni pulseras, ni anillos.
Para el calzado, Blanca escogió unas sandalias discretas en tonos neutros. Todo estaba pensado para que el protagonista fuese el vestido, su colorido, su estampado. Los colores vibrantes perfectos para las bodas de verano, funcionaban especialmente bien con la fluidez y ligereza de las telas. No recurrió a un tocado de protocolo, ni a cortes rectos para ser elegante, sino que transmite una forma diferente de serlo, sin perder autenticidad.
Lo que hace más especial este look es que es un homenaje a la moda vintage. Blanca es la fundadora de Blanche Vintage, una firma dedicada a rescatar vestidos y piezas únicas de aire vintage, pensadas para invitadas que apuestan por diseños diferentes y auténticos. Blanca reivindica así un nuevo concepto de entender la moda de invitada. Somos muchas las que a cada evento al que asistimos compramos una prenda nueva, y así, vamos generando un armario sin fondo de vestidos que utilizamos una vez, dos como mucho, y después se quedan en el olvido. En definitiva, este estilismo apuesta por la elegancia clásica, pero a la vez llena de tendencia y energía. ¡Y nos encanta!