Lo que hace 170 años comenzó siendo unos pantalones de trabajo ultrarresistentes que llevaban los mineros de Estados Unidos, hoy es la prenda que todas tenemos en el armario, independientemente de la edad que tengas. Hablamos concretamente del vaquero recto, aquel modelo que creó Levi's, bajo el nombre de 501 Original Fit, ha sido versionado temporada tras temporada por multitud de marcas. Pero a pesar de ensalzarlo como 'el básico de los básicos' que combina bien con todo, hay situaciones en las que es mejor no llevarlos.
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Sabemos que tras leer estas líneas quizás te sorprende esta afirmación. Pero igual que ocurre con la camisa blanca, este fondo de armario también puede ser un false friend en algunos momentos que seguramente has vivido, vives y vivirás. Como seguramente sabrás, y tras haber caído en la tentación de la microtendencia elegant fun que arrasará estos meses, esta prenda es la base de un look sencillo, clásico y estiloso que una a madres, hijas, hermanas, abuelas, amigas e incluso a princesas, reinas y actrices de Hollywood. Con tan solo una camiseta blanca de manga corta, tus sandalias de tacón favoritas, varios collares y unos pendientes divertidos, ya puedes estar lista en tiempo récord para cualquier plan, excepto para estos que te explicamos.
1. Días de lluvia
Cuando abrimos las puertas del armario y elegimos lo que nos vamos a poner, hay un detalle muy importante que hay que tener en cuenta: qué tiempo hace y dónde vamos a ir. Si hay humedad y el cielo gris oscuro amenaza con lluvia, los jeans no serán la opción más idónea. Si te mojas con la lluvia, el tejido grueso tardará en secar y podrás estar incómoda sintiendo su peso sobre las piernas. Además, si mantienen la humedad durante un largo tiempo, el color puede desteñirse y desprender un olor extraño.
2. Durante viajes largos en avión
No es casualidad que por los pasillos de los aeropuertos internacionales veamos a las chicas más estilosas, camino a las puertas de embarque, con conjuntos amplios y una maleta de mano ideal. Tras esta elección hay una explicación que deberías conocer, no solo para marcarte un lookazo de viaje, sino también por tu salud. Llevar vaqueros en el avión puede parecer una apuesta segura, pero al estar confeccionados con un material grueso y poca elasticidad, la realidad es que son muy incómodos para estar sentada varias horas y en la misma posición.
Se marca mucho la cintura e incluso pueden dejarte marcas y rojeces en la piel por el continuo contacto, limitan el movimiento para cruzar las piernas o simplemente cruzarlas, hacen que las piernas y los tobillos se hinchen más fácilmente… Además, no son transpirables, mantiene el calor corporal y acumulan el sudor, sin olvidar que pueden jugarte una mala pasada y que no puedas dormir bien durante el vuelo. Esto también se puede trasladar si viajas largas horas en coche, en tren o en autobús.
3. Cuando vayas al cine
Uno de los planes estrella, sea el momento del año que sea, es ir a ver una película al cine, ya sea en solitario, con tus amigas, pareja o familia. ¿Qué look debes llevar en esta salida de ocio? Por un lado, te recomendamos que siempre tengas en el bolso un pañuelo para protegerte del aire acondicionado de la sala, pero por otro, que prescindas de los vaqueros. Por ejemplo, cuando pasas varias horas sin moverte en un asiento, las costuras pueden llegar a clavarse en la parte trasera de las rodillas.
Si eres de las que les gusta encogerse, doblar las piernas o subir los pies al asiento (algo muy común en sesiones largas), mientras disfrutas del estreno y de tus palomitas, los vaqueros no te ayudarán hacerlo con facilidad. Además, es importante recalcar que al estar encorvada en el asiento (que puede ser mullido o ergonómico), la cinturilla rígida aprieta más de lo habitual.
4. De compras
Seguramente, cuando te has ido de compras, te has arrepentido de la ropa que habías elegido lucir ese día por una razón: no era cómoda para quitártela y ponértela continuamente en los probadores de las tiendas. Y para nuestra tristeza, los vaqueros rectos no son un buen aliado para ello porque al ser más rígidos no se deslizan fácilmente, especialmente si llevas zapatos abrochados como zapatillas, sandalias de cuerdas o botines. Sin lugar a dudas, perjudican a la agilidad de este plan, al final de una tarde de compras, cada minuto cuenta, y un pantalón fácil de poner y quitar hace la experiencia mucho más sencilla, divertida y amena.
5. Revisión médica
Cada cierto tiempo, tenemos que ir al médico, ya sea por una revisión rutinaria, por una consulta de especialista o una visita de urgencia al hospital. Aunque en estos últimos casos no podemos prever qué look llevar, en los otros dos sí podemos asegurarte que los jeans no serán la mejor elección por varias razones. La facilidad para poder quitarte la ropa con rapidez debe ir de la mano, y esta prenda puede llegar a incomodar en pruebas específicas como radiografías, ecografías abdominales y revisiones de espalda, entre otras.
Hay un punto que incluso puede pasar desapercibido en estos casos, la rigidez del tejido dificultan los movimientos sencillos como subirte a la camilla, agacharte o moverte para una postura específica, por eso es más idónea optar por piezas sueltas, flexibles y que no se ajusten demasiado al cuerpo.