Hoy nos ha dicho adiós una de las grandes figuras de la moda a nivel mundial. El polifacético Giorgio Armani ha fallecido a los 91 años de edad en su adorada Italia, un país que siempre ha tenido grandes influencias en sus creaciones. Más que un modisto, podemos afirmar que fue un artista multidisciplinar que intentó siempre ir un paso más allá y llegó a conseguir construir uno de los imperios más consolidados de la industria. Nombrado por la revista Forbes como el diseñador italiano de mayor éxito comercial en 2011, llegó a amasar una fortuna estimada en 7.000 millones de euros gracias a sus líneas de moda femenina, masculina, infantil e incluso de hogar.
Muere Giorgio Armani
"Con profundo pesar, el Grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable impulsor: Giorgio Armani.Il Signor Armani, como siempre lo llamaban con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció en paz, rodeado de sus seres queridos. Incansable hasta el final, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los numerosos proyectos actuales y futuros", reza el comunicado enviado por la empresa.
Los inicios del diseñador, fallecido a sus 91 años
Armani nació en Piacenza (Italia) el 11 de julio de 1934. Apasionado de la anatomía, su entusiasmo le llevó a estudiar medicina en la Universidad de Milán. Sin embargo, pronto su estudio del cuerpo humano derivó hacia una vertiente mucho más artística, la moda. Tras cumplir el servicio militar y trabajar como escaparatista en los grandes almacenes La Rinascente, empezó a desarrollar su faceta como diseñador que, durante sus primeros años (de 1961 a 1970), se centra en la moda masculina, primero para la firma Nino Cerrutti y, posteriormente, por cuenta propia. En 1974 llega su primera colección, que mostraría al público en una cafetería milanesa, y un año después comienza con la aventura de realizar creaciones femeninas.
El 'boom' de los 80
Poco más de seis años después de debutar con sus primeras propuestas propias, Giorgio Armani consigue establecerse como uno de los creadores más famosos del mundo, en gran parte debido al auge del mundo de los negocios, que hacía que se necesitaran más trajes de chaqueta, una de sus especialidades. Su sello de identidad fue, desde entonces, la elegancia atemporal y la adaptación de líneas de corte masculino al vestidor femenino.
La búsqueda de la sencillez y la simplificación de toda ornamentación innecesaria, aunadas a su preferencia por las formas geométricas y la uniformidad, sentaron las bases para la revolución que supuso la llegada de Armani: una respuesta racional a las necesidades prácticas de la mujer a la vez que esta se insertaba en el mercado laboral y una vida más dinámica fuera del hogar.
Este acercamiento a la sobriedad de la sastrería, no obstante, jamás hizo del minimalismo su filosofía. Los estampados, las siluetas arquitectónicas con volúmenes que realzan las bellezas del cuerpo femenino, así como ciertas influencias tanto del cine clásico y la fotografía como de sus viajes por el mundo (desde Japón hasta Medio Oriente), completan un imaginario que no reduce a la mujer sino que, más bien, la potencia sin necesidad de artilugios estrafalarios.
En sus últimas colecciones, el italiano cogió inspiración de los espectáculos circenses, el fondo del mar o los paraísos tropicales, decantándose por el negro como paleta cromática base en contraste con preciosas tonalidades de rosas, morados, azules o verdes sobre resplandecientes tejidos de organza o seda.
Un imperio más allá de la moda
Trajes, complementos, perfumes, cosméticos, gafas o relojes llevan el sello de Armani a través de sus distintas líneas, pues parte de su crecimiento se debe a que ha sabido diversificar su negocio. Vistió, por ejemplo, a los equipos de fútbol de Italia e Inglaterra y al personal de las líneas aéreas de Alitalia. En enero de 2005, amplió considerablemente su creatividad con su primera colección de Alta Costura, bajo el sello de Giorgio Armani Privé, que sigue existiendo dos décadas más tarde.
Desde 2017 la compañía italiana decidió concentrar su oferta en solo tres de sus marcas: Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange. Este cambio supuso el cierre de otras dos etiquetas del grupo, Armani Collezioni y Armani Jeans, las cuales acabaron fusionándose con esas tres principales.
Con los años, su imperio ha conquistado otros ámbitos como la hostelería, la restauración, la decoración y el deporte. Las ambiciones del modisto no conocen límites y, en lugar de permanecer en el estudio de diseño haciendo lo que mejor sabe, hasta se ha atrevido con éxito a abrir una cadena de hoteles en 2010, comenzando por una construcción del más alto lujo en Dubai.
Uno de sus últimos grandes hitos personales aconteció en noviembre de 2021 cuando se le otorgó el reconocimiento como Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana, con lo que se homenajeaba su carrera en todos estos sectores.
Su idilio con la realeza
El italiano fue considerado desde su salto a la fama como uno de los grandes diseñadores de las estrellas, ya que muchas de ellas le consideraban como su modista de cabecera. No solo actrices, modelos y cantantes de todo el mundo se rindieron ante él, también miembros de las familias reales europeas. Icónico es ya el sofisticado traje blanco de dos piezas con el que doña Letizia posó en el anuncio de su compromiso con el por aquel entonces príncipe Felipe que, además, adelantaba el famoso cuello chimenea con el que finalmente pasó por el altar. Un conjunto que recuperaría 15 años después.
Otra de sus creaciones más fabulosas e inolvidables que elaboró para la realeza fue el vestido nupcial que llevó la princesa Charlene para dar el 'sí, quiero' a Alberto de Mónaco el 2 de julio de 2011. Giorgo Armani confeccionó un diseño en blanco roto de líneas rectas, escote barco y falda con gran cola. Estaba realizado en seda duquesa y tenía adornos de flores de piedras bordadas a mano, cristales de Swarovski y madreperlas en forma de lágrimas en tonos blancos y dorados.
Horas después, la novia cambió su look por otro que también firmaba el italiano: un diseño con cuello a la caja, detalles de transparencias y falda de volantes en capas con detalles de pedrería bordados.
Vestidos de Oscar
"El cine de Milán era un refugio, un palacio de los sueños, y las estrellas de las películas eran tan glamurosas. Me enamoré de la belleza idealizada de las estrellas de Hollywood", recordaba el modisto en una entrevista publicada en 2009. Quién le hubiera dicho al jovencito Giorgio que vestiría a las más hermosas y talentosas intérpretes de nuestro tiempo unas décadas más tarde. De hecho, los Oscar se han convertido en el escenario donde su moda siempre ha brillado de forma considerable ganándose el aplauso del público.
Es más, ostenta el título de ser uno de los que más nominadas ha vestido, así como ganadoras. Por ejemplo, Diane Keaton llevó un traje de chaqueta y falda para recoger su premio como mejor actriz en 1978, Jodie Foster lo hizo en 1992 con un conjunto de blazer y pantalón de lentejuelas y Cate Blanchett en 2014 con un fascinante vestido con bordados florales en relieve.
Así conmemorará Giorgio Armani el 50 aniversario de su firma
Giorgio Armani había organizado con antelación las celebraciones por el 50 aniversario de la empresa que fundó junto a Sergio Galeotti y, si bien podemos prever que van a incorporarse más homenajes ahora que ha fallecido, el despliegue en torno a su influyente figura iba bien encaminado. Esta conmemoración se desarrollará a lo largo de los próximos meses y culminará durante la Semana de la Moda de Milán. Tal y como adelantó el propio diseñador al cumplir 91 años, el 24 de septiembre de 2025 se abrirá al público una exposición única en la Pinacoteca di Brera. Por primera vez, sus salas acogerán una muestra de moda: 150 looks icónicos de los archivos de Armani trazan la evolución estética de la casa desde sus inicios, en diálogo con las obras maestras del arte que alberga el emblemático museo milanés.