No importa cuántas veces haya visto Vacaciones en Roma, los looks que Audrey Hepburn lleva en la película siguen fascinándome cada vez que la reproduzco en mi televisor. Puedo imaginarme a mí misma recorriendo la plaza de España con esa falda midi, la camisa de mangas remangadas, el pañuelo anudado al cuello y las sandalias de tiras que su personaje se compra en un mercadillo. Hay algo en la sencillez de ese conjunto que me encanta y con el que conecto, aunque lo luciese en 1954.
Audrey Hepburn y Gregory Peck en 'Vacaciones en Roma'
Lo mismo me ocurre cuando miro fotos antiguas de figuras como Sophia Loren, con esos vestidos estampados que la actriz italiana lucía en los sesenta y que potenciaban su elegancia exuberante. Puedo pasarme horas viendo fotografías no solo de ella, sino de otros iconos de estilo como Jane Birkin, Grace Kelly, Diana de Gales... y, por supuesto, algunas de las mujeres de la 'realeza' estadounidense, como Jackie Kennedy y Carolyn Bessette.
Lo que me atrapa de ellas no es solo su ropa, sino el contexto que les rodea, la historia de sus looks. Y es que el hecho de que no hayamos vivido en la misma línea temporal no impide que su estilo consiga despertar en nostras cierta nostalgia, o mejor dicho, anemoia: ese sentimiento de anhelo por un acontecimiento pasado y que está tan ligado a los procesos de inicio de tendencias en la industria de la moda, según los expertos.
Si a ti también ocurre, seguro que te gustará tanto como a mí recordar algunos de los looks inolvidables que llevaron algunas de estas mujeres durante el verano y que, tantos años después, perfectamente podríamos adaptarlos a nuestro armario.
La actriz hizo historia en la moda dentro del cine, imponiendo en Europa los pantalones capri o pirata con bailarinas en Y Dios creó a la mujer (1956) o en Una vida privada (1962). Pero también es responsable de la silueta que deja los hombros al descubierto y a la que dio nombre su apellido, así como de que el estampado vichy regrese cada verano. Y es que para su boda con el actor Jacques Charrier, en 1959, escogió un inusual diseño con este print, en color rosa, toda una revolución en las tendencias nupciales de la época.
Jacqueline Kennedy Onassis en la Costa Amalfitana (1962)
Jackie Kennedy
Durante la década de los 60 y los 70, la que fue primera dama de Estados Unidos, nos dejó un repertorio inolvidable de looks. Encarnaba muy bien ese estilo Old Money tan estadounidense que Ralph Lauren se encargó de popularizar, con un armario en el que convergía el minimalismo con piezas más atrevidas, y por su puesto, una colección de accesorios que supo hacer suyos, como el pañuelo en la cabeza o las enormes gafas de sol que la acompañaban en verano.
La cantante francesa no solo será recordada por llevar un bolso bautizado con su nombre, el mítico Birkin de Hermès. También instauró la moda del capazo durante el verano, con sus diferentes diseños de mimbre y rafia. A ella asociamos también los vaqueros acampanados, las camisetas básicas blancas o de rayas marineras, y el calzado cómodo.
Solo tenía 26 años cuando dejó Hollywood para convertirse en princesa de Mónaco. Dicen que cuando viajó para instalarse en el principado con Rainiero III, lo hizo llevando 80 maletas a cuestas. La actriz era una apasionada de la moda y lo demostraba en las habituales vacaciones que disfrutaba durante el verano. Sevilla, Córcega, Venecia... No faltaban en su equipaje los caftanes estampados, los conjuntos de lino, pantalones capri o accesorios como vistosos collares de cuentas, pañuelos o diademas anchas.
Carolyn Bessette en 1996 tras llegar de su luna de miel
Carolyn Bessette-Kennedy
La publicista continúa siendo un referente del lujo silencioso casi tres décadas después de su muerte. A punto de estrenarse la serie basada en su historia de amor con John F. Kennedy Jr, sus conjuntos continúan inspirándonos. Eran la pareja del momento, la realeza estadounidense, el dúo más estiloso que inspiraba a los neoyorquinos tanto con sus conjuntos en chándal o vaqueros cuando paseaban a su perro, como aquellos veraniegos en los que primaba la elegancia sencilla.
Su forma de vestir, siempre inesperada y cargada de personalidad, la convirtieron en una figura clave primero en la moda británica, y después, en todo el mundo. Era una adelantada a su tiempo, y durante los 80, estrenó microtendencias que este 2025 nosotras también llevamos: desde conjuntos en amarillo mantequilla y blusas de cuello bebé, a sus icónicas alpargatas rojas.