Con solo un año de vida en Madrid, la tienda de Rö, la firma de la diseñadora y empresaria valenciana Rocío Sanchis, ya es un enclave imprescindible en el mundo de las invitadas y los tocados. Ella ha convertido el sombrero de rafia en el accesorio más deseado y viral de las bodas españolas, una revolución que combina tradición artesanal, carácter mediterráneo y una mirada contemporánea al lujo.
Sus pamelas, collares, bolsos vintage y apliques de flores conquistan cada vez más clientas, anónimas o influencers, que buscan sofisticación sin sentirse disfrazadas. Hablamos con esta emprendedora valenciana para descubrir el secreto de su éxito, cómo trabaja el diseño desde su taller en la capital madrileña y por qué sus listas de espera no dejan de crecer. ¿A qué esperas para hacerte con uno de sus diseños?
FASHION: Has conseguido que el sombrero de rafia sea el complemento más deseado entre las invitadas españolas. ¿Cómo empezó todo?
ROCÍO SANCHIS: Fue durante la universidad. Elegí estudiar ADE y Derecho, una carrera muy gris, y sentía que mi parte creativa necesitaba salir a respirar. Rö es ese espacio, ese oasis, donde la dejo fluir. Empecé haciendo complementos a mano en mi habitación, y ahora mi primera tienda en Madrid está a punto de cumplir un año. Lo bonito es que el motor principal ha sido siempre la satisfacción de las clientas que se identifican con la marca, valoran la artesanía y una vez descubren Rö, se quedan.
¿Por qué crees que el sombrero ha conquistado tanto? ¿Qué tiene este accesorio que lo hace tan especial para las invitadas?
Siempre he diseñado para mí, y con la colección de sombreros no fue distinto. Recuerdo que fui a una boda con un tocado demasiado historiado y no me sentía nada cómoda, ni en el momento ni luego al verme en las fotos; ¡me sentía disfrazada! Me fijé el objetivo de dar con el sombrero que cumpliera con el protocolo, pero con rollo y frescura.
Así surgió la colección Sotto Il Sole, que tantas alegrías me está dando. Además, son superversátiles: se pueden colocar de mil formas distintas y llevar tanto en eventos especiales como en el día a día. Mi hermana me envió una foto de una señora con nuestra Pamela Porto Cervo desayunando un sábado en Serrano a las 10 de la mañana, ¡estaba fantástica! Esa dualidad es parte de su éxito y magia.
Además de las pamelas, en la tienda encontramos collares, bolsos, apliques de flores… ¿Qué define el estilo Rö?
Rö tiene alma. Es femenino, romántico, con un toque mediterráneo y, al mismo tiempo, con carácter. Revisita la tradición, pero con una mirada actual y vanguardista. Cada pieza tiene personalidad, está pensada para hablar por sí sola y transmitir nuestra historia.
Así se crean los sombreros más virales
¿Cómo es el proceso de creación de los sombreros?
Los diseños de los sombreros se conciben en nuestro taller de Madrid. Detrás de cada nuevo estampado hay un trabajo largo y artesanal: desde la idea inicial hasta tenerlo listo pueden pasar fácilmente unos seis meses. Medimos al milímetro el grosor de cada raya, y buscamos tonalidades muy precisas, algo muy difícil teniendo en cuenta que cada uno está hecho completamente a mano y que son tintes naturales.
Es un proceso lento, pero fundamental para que cada uno sea tan especial, y se nota en la calidad final de cada pieza. El resultado es que se agoten nuestras listas de espera antes, incluso, de que lleguen a tienda.
¿Dónde encuentras la inspiración para tus diseños?
Creo que cuando eres diseñador es constante; eres como una esponja y te empapas de todo lo que te rodea. Siempre llevo papel y lápiz en el bolso por si acaso. España, su artesanía y folclore son siempre una gran fuente de inspiración, y también la que recojo de mis viajes. Buceo en archivos de marcas de culto, voy a ciclos de historia del arte, y me fijo muchísimo en el cómo van vestidas las mujeres por la calle, ¡no lo puedo evitar! Eso me ayuda a traducir todas esas referencias y reminiscencias al idioma del presente.
Hace poco abriste tu tienda en Madrid, ¿qué significa para ti tener este espacio? ¿Cómo está siendo la experiencia de atender a las clientas en persona?
Todo un acierto. La experiencia es mucho más completa, es poder ver, tocar y probar las piezas; el aroma de la tienda… Es muy divertido, porque tenemos tanta variedad entre nuestra colección propia y las piezas vintage, que podemos construir looks muy distintos. Por otro lado, escuchar a las clientas es un aprendizaje sobre la mujer de hoy, sus gustos, preocupaciones y necesidades, que siempre ayuda a la hora de diseñar.
El momento en el que hizo 'boom' con su marca
Seguro que tienes alguna anécdota divertida con alguna clienta o con alguien que se haya hecho viral llevando tus diseños
Pensando en esta temporada, uno de los momentos más virales fue el artículo que publicasteis en FASHION sobre dos invitadas con pamelas mías. ¡Ese apoyo vuestro fue un gran empujón para una marca joven como la mía! Una de ellas era Marina Arias, una influencer con un estilazo, y no lo digo solo porque sea amiga mía. He colaborado con muchas influencers, pero lo genial es que también se viralizan en redes invitadas anónimas, ¡es muy auténtico!
Rö se ha hecho muy popular en redes sociales, ¿cómo vives esta exposición digital?
La verdad es que esta temporada el crecimiento en redes ha sido impresionante. Nos siguen más de perfiles nuevos al día, y superamos el millón de visitas al mes. Lo llevo con mucha satisfacción y serenidad. Después de tanto tiempo dejándome la piel, me da confianza para seguir creando y arriesgando. También me ha animado a dar más la cara en redes, algo que al principio me daba muchísima vergüenza.
Para mí es fundamental ir más allá de lo estético, conectar de verdad con la comunidad, transmitir mis valores y mostrar todo el trabajo que hay detrás de la marca. Por lo que me cuentan en tienda, creo que ese mensaje está llegando.
¿Cómo ha sido el crecimiento? ¿En qué momento sentiste que todo estaba despegando?
Ha sido muy orgánico, paso a paso. Abrir la tienda fue un gran salto, pero hemos cogido mucha velocidad esta temporada. A principios de abril, una amiga me escribió desde una boda para decirme que había al menos seis Rös y aluciné. Desde entonces recibo mensajes como ese cada semana, y veo nuestras piezas por todas partes: en redes, por la calle, incluso en aeropuertos —una seguidora me mandó una foto desde la puerta de embarque al reconocer una pamela Rö.
También me llegan fotos de grupos de amigas que, sin planearlo, coinciden todas con algo mío. Verlo así, tan tangible, me ha hecho tomar conciencia real de lo que estamos consiguiendo.
¿Qué planes empresariales tienes para el futuro? ¿Nuevos diseños, colaboraciones, quizás una nueva colección?
¡Sí! La próxima temporada viene cargada de novedades. En septiembre lanzaremos una colaboración, que todavía no puedo desvelar, y que tiene un componente muy emocional para mí. También estoy preparando nuevos diseños para invitadas, y una línea más casual que no puedo esperar a compartir. Todo con la misma filosofía de siempre: crecer sin perder la esencia.
¿Cómo imaginas a la invitada perfecta Rö?
La invitada Rö tiene estilo propio y mucha personalidad, y lo expresa a través del mejor vehículo: los complementos. Se atreve, se divierte con la moda y arriesga, pero siempre desde la naturalidad. Más allá del diseño, lo que nunca le falta es actitud.