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Pese a tener solo 21 años, Carys Douglas apunta a convertirse en todo un referente de moda para sus contemporáneas, pues firmas como Fendi, Hermés, o Dolce & Gabbana pusieron sus ojos sobre ella hace ya mucho tiempo, cuando apenas era una adolescente. Llama la atención el parecido que guarda con su madre, Catherine Zeta-Jones, con esa melena castaña y los ojos rasgados, aunque en esta oportunidad no hemos podido verlas juntas. La modelo e influencer ha viajado hasta Menorca solo con su padre, Michael Douglas, pero perfectamente podríamos confundirla con la actriz.
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El maratón de Carys Douglas en Menorca
Cada año, a Carys le gusta compartir sus posados estivales en Mallorca, donde los Douglas suelen veranear, aunque esta vez no ha querido presumir de su visita. Esta vez, la familia ha viajado a la isla de Menorca, con motivo de las tradicionales fiestas de Sant Joan. Padre e hija han sido vistos estos días en Ciutadella, disfrutando de uno de los eventos señalados del calendario festivo balear.
La hija modelo de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, una apasionada de España
Las fiestas de Sant Joan, que se celebran cada 23 y 24 de junio, congregan cada año a miles de personas, tanto residentes de la isla (y de la isla vecina de Mallorca) como turistas atraídos por la espectacularidad de los caballos que recorren las calles de Ciutadella. Y si bien entre esos extranjeros enamorados de España se encuentra Carys, es una más entre los menorquines. Incluso se ha vestido de pies a cabeza con prendas artesanales que ponen en valor la tradición de de moda balear.
Un top palabra de honor en negro y una falda larga calada de flores en croché blanco y negro componen su look, el cual se completa con brazaletes dorados y plateados que emanan la esencia bohemia de la isla y un bolsito negro, también de croché. Carys sabe bien que técnica de ganchillo forma parte intrínseca del patrimonio cultural balear y su identidad estética.
Adora el minimalismo de los 90, como su madre
El día anterior, su primera jornada recorriendo Ciutadella, la vimos con un vestido negro y ajustado de mangas cortas con volantes y pronunciado escote redondo, una pieza que inmediatamente nos recordó a su madre. En los 90, Catherine Zeta-Jones hizo del little black dress su look insignia, en línea con el minimalismo de la época, y ahora es su hija quien, tres décadas más tarde, reivindica esta prenda eterna.
Son constantes los homenajes de estilo de Carys a la actriz de Chicago y en ocasiones incluso se han puesto de acuerdo para acudir conjuntadas a algún evento especial, así que no nos cabe duda de que existe una complicidad igual de sólida que aquella que la modelo mantiene con su padre, el oscarizado Michael Douglas.
Nos hemos fijado especialmente en su bolso, lo más llamativo del look, ya que se trata de un Fendi Baguette en piel de serpiente brillante que ya no se consigue en tiendas y que solo puede comprarse de segunda mano por nada más y nada menos que 1.000 euros. Nuestra apuesta es que, quizá, dada la popularidad de este modelo a finales del siglo pasado, haya pertenecido a su madre.
3 looks en 48 horas
Asimismo, sabemos que el actor de Atracción fatal y su hija comieron en el restaurante Mesón Can Jaume, especializado en cocina menorquina. Los dos posaron para una fotografía junto a Carlos, maître del local, y Jaume Riudavets, uno de sus propietarios.
“Hoy hemos tenido el placer de tener en nuestra casa al fantástico actor Michael Douglas. Muchas gracias por tu vista y por tu simpatía con todos nosotros, esperamos volverte a ver pronto”, se puede leer en la descripción que han compartido junto con la imagen.