La romería de El Rocío, que este año se celebra del 6 al 9 de junio, es una de las tradiciones más emotivas de Andalucía. Cada año, miles de peregrinos y peregrinas cruzan caminos de arena, dehesas y senderos hasta llegar a la aldea almonteña para rendir homenaje a la Virgen del Rocío. Pero esta romería no es solo fe y emoción: la moda también juega un papel fundamental. La estética rociera tiene sus propias reglas, pero también deja espacio para reinterpretaciones personales que permiten adaptarse al estilo y ritmo de cada una.
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Tanto si es tu primera vez como si llevas años caminando hacia este rincón tan especial de Huelva, te ayudamos a resolver todas las dudas para preparar tu maleta con estilo, respetando la tradición, y sobre todo, con mucha comodidad.
El camino hacia El Rocío
El trayecto hasta la aldea es exigente, largo y, en ocasiones, muy caluroso. Por eso, tu look debe priorizar la practicidad sin perder el encanto tradicional que caracteriza esta celebración. ¿La prenda estrella? La bata rociera: una versión ligera y cómoda del traje de flamenca, con tejidos elásticos y sin estructuras rígidas. Es ideal para caminar, montar a caballo o subir a las carretas.
También triunfan los vestidos canasteros, trajes de talle alto, diseños amplios o conjuntos de falda con vuelo y blusas con volantes, que permiten moverse con libertad. Apuesta por tejidos naturales y frescos como el algodón o el lino. En cuanto al color, los estampados florales, los lunares y los tonos alegres (rojos, verdes, fucsias, turquesas) son siempre un acierto.
Accesorios y calzado
Los accesorios tienen un papel importante: muchas rocieras optan por riñoneras de cuero (mucho más prácticas que un bolso), así como por grandes pendientes de aro o con forma de flor. En el pelo, trenzas o moños bajos con claveles frescos o pasadores. Y, por supuesto, sombrero de ala ancha o pañuelo para protegerse del sol (es común optar por ambos).
El calzado es clave: nada de tacones, pero tampoco zapatillas. Para evitar que los pies sufran y poder hacer frente a la arena o el barro que puede haber por el camino, las botas camperas o de equitación son el calzado tradicional más resistente, aunque cada vez más mujeres eligen alpargatas con cuña.
En la aldea la elegancia toma el relevo
Una vez en El Rocío, el ambiente cambia: las peregrinas se arreglan para los actos religiosos y sociales, y aquí sí tiene cabida el traje de flamenca en su versión más clásica o un vestido canastero especial. Es el momento de lucir volantes, tejidos bordados, escotes favorecedores y mantones decorados.
El vestido clásico de volantes sigue siendo el favorito de muchas, pero también se ven versiones más modernas: diseños de un solo volante en el bajo, faldas lisas con cuerpos bordados o vestidos desmontables para aguantar mejor el calor. Los lunares continúan siendo un estampado atemporal, pero el blanco, el negro, los tonos maquillaje y los pasteles han ganado terreno.
Se combinan con flores naturales o de tela en el cabello, mantoncillos con flecos y joyas grandes pero livianas. Un detalle importante: no se suele llevar peineta alta en El Rocío, y si se lleva, debe ser una discreta. Tampoco trajes demasiado recargados, pues la naturalidad y el respeto por la tradición son esenciales. No hay que confundir esta estética con la de la Feria de Abril de Sevilla, pues son conceptos muy diferentes.
Si quieres disfrutar de esta experiencia única sin preocuparte por el vestuario, te dejamos unos últimos tips:
- Planifica con tiempo: Prepara dos o tres looks completos. Uno para el camino (más cómodo), otro para los días grandes en la aldea y, si puedes, un tercero para alguna celebración nocturna más informal.
- Cuida los detalles: desde la elección del sombrero hasta el abanico, todo suma. Asegúrate de que cada accesorio tenga un propósito práctico (y estiloso).
- Sé tú misma: hay muchas formas de vestirse para El Rocío. Puedes seguir la tradición o darle tu propio giro, siempre que respetes el espíritu de la romería. Lo importante es sentirte cómoda.