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Comienza una de las festividades más importantes para los andaluces con la romería de El Rocío, que este año tendrá lugar del 6 al 9 de junio. Pero ya son varios los peregrinos que han emprendido el camino hacia la aldea almonteña para poder llegar a tiempo. Este miércoles lo ha hecho la hermandad del Rocío de Triana, saliendo desde Sevilla y con la compañía de Victoria Federica, que no ha querido perderse este emotivo momento con el que inician una travesía de más de 100 kilómetros.
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Es la primera vez que la nieta del rey emérito, quien el mes pasado tampoco quiso perderse la Feria de Abril, acompaña a una hermandad en su salida hacia Huelva. La royal ha demostrado una vez más su pasión por las tradiciones andaluzas y lo ha hecho, además, de una manera muy especial: con un significativo guiño a su madre a través de su look.
Siguiendo el protocolo rociero, Victoria de Marichalar ha escogido un traje formado por una vistosa falda de volantes en color rojo, con lunares blancos y ribetes verdes, a juego con el cuerpo del mismo estilo, sobre el que además lucía la medalla de la hermandad.
Acompañaba su elección con una blusa de manga corta afarolada con detalles troquelados, y cómo no, un clavel también en color rojo que lucía sobre un sencillo recogido, dejando el cabello en un cómodo moño bajo, perfecto para cabalgar bajo el sol.
Un look que llevó la infanta Elena hace más de 40 años
Y aunque pueda parecer un conjunto sencillo, acorde a estas primeras etapas de peregrinación —ya en la Aldea, los looks se vuelven más cuidados y elegantes—, en realidad esconde un toque nostálgico muy especial. Con este conjunto, la royal ha querido rendir homenaje a su madre, la infanta Elena, recreando aquel estilismo que esta llevó en 1984.
Aquel año, la reina Sofía acudió acompañada de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, y lo hicieron también junto a la misma hermandad con la que ha partido Victoria de Marichalar. Subida en un caballo blanco, al igual que lo hizo entonces su madre, parece haberse enfundado en el mismo diseño que escogió esta. Incluso ha intentado dar con una blusa que cuenta con detalles similares en sus mangas.
La infanta Elena, que dos años después conocería en París a Jaime de Marichalar, optó entonces por llevar el clásico clavel en la parte baja de la cabeza, a un lado del moño. Eligió también unos pendientes XL de forma ovalada, que su hija ha preferido sustituir por unos más sencillos de cuentas blancas.
Y es que puede que sea su padre, consejero en el conglomerado de lujo LVMH, el que a menudo acompañe a Victoria de Marichalar a sus citas con la moda —les hemos visto juntos en desfiles, compartiendo esta pasión por una industria que parece emocionar cada vez más a la influencer—. Pero ella lo tiene claro: "Mis referentes de estilo son mi abuela y mi madre. De vez en cuando, me quedo embobada viendo fotos de ellas y me encanta verlas con esas piezas tan especiales que lucían", aseguraba en una entrevista con ¡HOLA! "Me hace mucha ilusión que mi madre me deje prendas y complementos que, además de ser preciosos, me traen muy buenos recuerdos".