Si tu cuarto de baño está anticuado y necesita un buen cambio, pero no es el momento de llevar a cabo una reforma integral, siempre puedes utilizar otro tipo de recursos.
Muchas veces no encontramos el tiempo, las ganas o el presupuesto necesarios para emprender obras grandes en el baño que trastoquen nuestra vida cotidiana. Para esas ocasiones, la pintura se convierte en un recurso de lo más transformador, gracias a sus múltiples formas de utilizarla. ¡Descúbrelas!
La pintura es un tesoro
Ya sabemos los grandes resultados que se pueden conseguir si elegimos con acierto el color de las paredes de toda la casa, lo que demuestra el poder transformador de la pintura. Pero no es la única manera de emplearla para renovar cualquier ambiente, como el cuarto de baño. Además de las paredes, se pueden pintar los muebles, el suelo, las molduras decorativas o las puertas y ventanas.
A la hora de escoger el tipo de pintura, conviene optar por esmaltes acrílicos. Hoy día existen pinturas al agua de gran resistencia y calidad, y tienen muchas ventajas: se aplican mejor, se limpian más fácilmente con agua, y no huelen.
Es importante utilizar pinturas con tratamiento antihumedad o antimoho, ya que al tratarse de una zona muy húmeda, serán más duraderas.
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Resaltar el papel pintado
La combinación entre pintura y papel pintado siempre es un caballo ganador, por su gran potencia decorativa. Pero si, además, eliges un color potente como el negro para las zonas que no van empapeladas, lograrás resaltar aún más el estampado y el colorido del papel pintado.
En la foto, el friso negro crea un contraste genial con el diseño en rosa del papel. La carpintería de la ventana, las molduras del techo y la puerta negra acentúan el contraste.
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Efecto monocromático
Apuesta por un color que realmente te guste mucho y utilízalo para pintar todo el espacio convirtiéndolo en el protagonista del cuarto de baño. Paredes, techo, mueble, puertas y ventanas.
En el baño de la imagen todo se ha pintado de un color malva superdecorativo. Si te gusta esta idea, elige una tonalidad clara de tu color favorito, para no saturar demasiado el espacio.
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Un suelo nuevo y muy decorativo
Si el pavimento de madera de tu cuarto de baño deja ver las señales del paso del tiempo, puede que haya llegado el momento de renovarlo. Puedes lijarlo y aplicar un barniz, pero también puedes crear un nuevo patrón decorativo, como un suelo con diseño de damero.
En el baño de la foto se ha pintado un ajedrezado en gris con pintura de tiza o chalk paint de Annie Sloan. Si te gusta el resultado puedes copiar la técnica. Utiliza cinta de enmascarar para trazar los cuadrados, aplica dos capas de pintura y deja secar. Por último, tendrás que aplicar un barniz mate resistente que proteja la pintura.
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Todo al negro
Si necesitas una idea para decorar un cuarto de baño, fíjate en esta opción que, aunque arriesgada, no puede ser más elegante y teatral.
En este aseo se han pintado paredes y muebles de negro. Incluso el marco del espejo es de este color, dejando únicamente el lavabo en blanco. Junto al aplique de la pared, son los únicos elementos que rompen la continuidad del negro.
Puede que no sea la alternativa perfecta para un cuarto de baño principal de uso diario, donde quizá se necesite un espacio más luminoso, pero es genial para un aseo de invitados, por ejemplo.
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Un marco incomparable
Aquí tienes una idea muy sencilla pero que consigue un gran resultado óptico. Consiste simplemente en trazar un marco con pintura en la zona del lavabo, tal y como puedes ver en la imagen.
En este caso se han pintado dos marcos azules. Puedes emplear cinta de pintor para conseguir líneas rectas, aunque no es necesario que sean perfectas. Precisamente en el ejemplo se juega con trazos espontáneos. Elige un color que contraste con el tono de la pared y ponte manos a la obra.
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Pintar el mueble del lavabo
Si no te decides a pintar las paredes, o bien están revestidas con azulejos, puedes emplear la pintura para redecorar el mueble del lavabo.
Tanto si está en el color de la madera como si es blanco, puedes darle un color más potente. Negro, gris, o azul oscuro como en el cuarto de baño de la imagen, diseñado por el estudio Jean Stoffer Design donde se ha pintado el zócalo de la pared del mismo color que el mueble. Puedes jugar con los tiradores, cambiarlos, elegirlos en acabado dorado, cromo, blanco o negro, etc.
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Con la técnica del estarcido
Si tienes buena mano con los pinceles, esta es una idea muy original que puede marcar la diferencia en tu cuarto de baño. Consiste en revestir la zona de la pared en el lavabo con azulejos blancos y pintar en ellos unas flores de colores.
En realidad, la cosa es mucho más sencilla de lo que piensas porque los motivos decorativos se pintan con una plantilla de estarcido. El diseño floral que parece en la foto corresponde a una plantilla de Annie Sloan.
Para realizar el trabajo solo tienes que fijar la plantilla y aplicar la pintura con un pincel de estarcido (puedes utilizar un pincel normal cortándole la punta para que quede plana). Ve cambiando los colores y cuando todo el diseño esté pintado retira la plantilla con cuidado. Por último, deja secar y aplica un barniz protector resistente al agua.
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Apuesta por las rayas
Es un efecto muy sencillo para hacer con pintura. Pintar franjas de dos colores diferentes en una pared está al alcance de todos, aunque no seas experto en bricolaje.
Para llevar esta idea a la práctica solo necesitas pintura, rodillos y cinta de pintor para trazar las líneas que separan los dos colores. Comienza por pegar la cinta utilizando el metro y el nivel de burbuja para lograr que queden totalmente rectas. Aplica primero la pintura de un color, deja secar y da una segunda mano. Cuando la pintura se haya secado totalmente, vuelve a pegar las cintas y pinta con el segundo color. ¡Ya lo tienes!
En el baño de la foto se han empleado el azul y el blanco para un efecto playero al más puro estilo coastal, que queda subrayado por el estor de peces de la ventana.
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