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Una vez que sepas lo que vas a meter en la maleta, separa la ropa por tipo de prendas, dóblalo en vertical y mételo en  bolsas con cremallera especiales para maletas, como esta de Amazon.

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Un buen sistema a la hora de guardar el calzado en la maleta es cubrir las suelas con gorros de ducha, así no hay que utilizar muchas bolsas de zapatos, los verás bien y, además, los podrás ir encajando de uno en uno en cada hueco de la maleta.

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Si el espacio no es problema, se pueden usar bolsas de zapatos para meter varios pares a la vez. Su principal ventaja es que localizaremos el par que queremos rápidamente. Si queremos llevar muchos, se pueden organizar ordenándolos según el tipo y, de la misma forma que las bolsas de ropa, las podemos meter así en el armario para facilitarnos una rápida recogida cuando volvamos.

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Los bolsos son los soportes perfectos para meter aquellos accesorios que podamos necesitar, como por ejemplo los cinturones. Para meter otro tipo de complementos, como collares o pendientes, usaremos un bolso más pequeño.

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Para los pendientes o collares finos se pueden utilizar los tarros pequeños de los sets de aseo para viaje. Así, evitaremos pérdidas o que, en el caso de las pulseras o collares muy finos, terminen liándose.

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Los productos de maquillaje y aseo deberán ir en contenedores separados. Hay que olvidarse de llevar o tarros muy grandes o productos que usamos solo una vez al mes o, incluso, productos que están casi agotados. La mejor solución: revisar las muestras que hemos guardado y aprovecharlas, es el momento para ello.

Los productos que vienen en botes muy grandes es mejor meterlos en tarros más pequeños, y marcarlos con un rotulador permanente para que sepamos qué contienen.

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