Experimenta con los colores. Haz tus propias mezclas para darle a las piezas el matiz que más te guste. Esta es, además, la parte más creativa de todo el proceso. Toma algunos tonos de base como el marrón, el naranja, el rojo y el amarillo y va añadiendo blanco o negro para lograr diferentes variaciones en la gama de los tonos tierra.