1/11 © Hansgrohe

¿Hay niños en casa? ¿Quieres que tus pequeños terremotos estén seguros en el baño? Sé precavido. Con estos tips lograrás un espacio con mayor seguridad para ellos y toda la familia disfrutará del momento del baño. La primera regla es no dejarles solos en esta estancia, pero si además adaptas algunos aspectos estarás más tranquilo.

 

Griferías termostáticas para que no se quemen en un descuido

En el momento del baño cuanto está jugando en la bañera, en un descuido o movimiento sus bracitos pueden toca la grifería y si esta no es termostática podría quemarse. Las termostáticas permiten regular la temperatura del agua para que esté entre los 36 y 38ºC de una forma constante y habitualmente presentan un sistema de seguridad que impide superar los 38ºC por defecto. Así el agua nunca quema pero además la propia grifería se mantiene templada al tacto, nunca caliente. Por eso los peques no se quemarán. ¿No te parece una buena medida de seguridad para evitar quemaduras en el baño? En la imagen, uno de los últimos lanzamientos de Hansgrohe en este tipo de griferías: Croma E con el termostato Ecostat E.

2/11 © Gala

Inodoros a su altura

No te olvides de que para ellos el inodoro es una cosa grande y alta con un agujero por el que pueden colarse. Ellos crecen, a ti te encanta ver cómo se hacen independientes y disfrutan aprendiendo, pero son pequeños. Pequeños y bajitos cuando empiezan a tomar contacto con el inodoro. En el mercado encontrarás asientos adaptables para colocar en el inodoro y que les facilitan sentarse. Reducen el orificio y así están más tranquilos sin sensación de que se “caerán” hacia dentro. Eso sí, tendrás que ayudarles a subir porque no llegan.

 

También existen piezas que evitan que los peques puedan abrir la tapa del inodoro para investigar y saciar su sed de curiosidad (¿qué habrá allí dentro?).

 

Si no quieres colocar un escalón y tienes un baño para ellos, una opción puede ser instalar un inodoro a su medida. La firma Gala, por ejemplo, dispone de la serie 'Baby WC' -en la imagen- con un tamaño adaptado de 41,5 x 26,5 cm, que es la medida recomendada para niños de entre 2 y 6 años. Y además cuenta con asientos y tapas en vivos colores. Eso sí, es temporal, por lo que tendrás que sustituirlo por otro modelo cuando crezca.

3/11 © Egue y Seta

Nada de cerrojos en la puerta de acceso al baño

Como decíamos al principio del artículo, lo ideal es que el niño no esté solo en el cuarto de baño pero para evitar sustos, evita que la puerta principal tenga un cerrojo que en un descuido pueda echar el pequeño sin saber bien lo que hace. Así no se quedará encerrado en ningún caso.

4/11 © Leroy Merlin

Bañera para los peques, mejor que ducha

Efectivamente la bañera es más divertida para los peques. No se trata de una cuestión de seguridad en este caso, sino que en ella podrán pasar un rato a la hora del baño. No necesitan más que un poco de agua para disfrutar con todos los muñecos acuáticos. Para los niños más pequeños, existen asientos que se colocan en el fondo de la bañera y así no pueden volcar, dando seguridad a la hora del baño pues que no pueden ahogarse porque siempre estarán por encima del nivel del agua en la bañera. También es una buena idea para mantener la seguridad a la hora del baño colocar una alfombrilla antideslizante o divertidas figuras de PVC de las que se adhieren al fondo de la bañera con ventosas.

 

En esta imagen, una propuesta de Leroy Merlin con un escalón adaptado a la forma de la bañera para que los peques puedan acceder más cómodamente (para ti también ya que evita que tengas que cogerles).

5/11 © Ikea

Ducha antideslizante y extraplana

Si no cuentas con un baño con bañera y hay niños en casa tampoco es un problema. Cuando son bebés puedes optar por bañeras de plástico exentas (las hay incluso plegables para baños de tamaño mini) y más mayores aprenderán a darse una ducha. Lo mejor es elegir un diseño de plato de ducha antideslizante y extraplano (esto también es un extra de seguridad para los mayores pues evita resbalones y tropiezos). Una ducha extraplana facilita el acceso con un plato que queda al mismo nivel que el suelo.

6/11 © Hansgrohe

Mamparas siempre de seguridad y con perfilería a prueba de golpes

La mayor parte de las mamparas incorporan vidrio de seguridad templado. Este tipo de vidrio es hasta cinco veces más resistente que uno convencional a los golpes y, además, en caso de rotura, el vidrio se cuartea en trocitos con cantos que no cortan. Así que es más seguro. Además, por seguridad en el baño y más cuando hay niños en casa lo ideal es que las perfilerías de las mamparas, ya sean de bañera o ducha, ofrezcan una buena sujeción del vidrio. De esta manera, en caso de una caída o resbalón y ante un apoyo, resistirá más.

 

En la imagen, en la zona de la ducha con mampara con fijo de cristal, la grifería termostática de Hansgrohe Croma E con el termostato Ecostat E.

7/11 © Leroy Merlin

La zona de entrada a la ducha o bañera, siempre despejada

La entrada y salida a la ducha tiene que estar despejada. La medida que debes respetar es un cuadrado imaginario de 60 x 60 cm que tiene que quedar libre de obstáculos. Así no habrá que hacer posturas raras ni movimientos imposible para entrar o salir, lo que podría dar lugar a golpes y caídas y más cuando se está mojado.

8/11 © Style by Emily Henderson

Ojo con las alfombrillas

Está claro que las alfombrillas evitan que los niños resbalen al salir de la bañera cuanto están mojados. Así al sacar la pierna y goteando y ponerla en el suelo no resbalarán. Pero para que precisamente la alfombrilla cumpla su cometido debes también asegurarte de que esta cuente con una base antideslizante. Suelen incorporar unas tiras plásticas que “fijan” la alfombrilla al suelo.

Leer: Cómo ganar orden, funcionalidad y espacio en el cuarto de baño

9/11 © Nikkidom

En el lavabo…

Siempre con vigilancia. Para llegar bien a lavarse las manos,  colocar un escalón o alzador en el baño ayuda a los niños a que lleguen bien al lavabo y sean más autónomos cuando tienen que lavarse las manos, la cara y los dientes. No tendrás que cogerlos y mantenerlos en vilo tú (la espalda también te lo agradecerá) y ellos se sentirán mejor sabiendo que pueden hacerlo solos. No sirve cualquier taburete que podría no ser estable. Elige escalones específicos.

 

¿Sabías que existen unos accesorios específicos que hacen que en chorro del agua del grifo “se prolongue”? Es decir, se colocan en el mismo caño del grifo, en la zona de salida del agua, y facilitan que llegue el niño con sus manitas porque se prolonga unos centímetros en extensión. Este que ves en la imagen es de la firma Nikkidom.

10/11 © Roca

Aparatos eléctricos enchufados lejos de su alcance

¡Por supuesto! No dejes enchufados ni el secador, ni la maquinilla ni nada que pueda suponer un juguete para los niños. Pueden ir con las manos mojadas y suponer un peligro. En este sentido, los cajones que incorporan enchufes y que permiten tener cargados aparatos que necesitan carga, por ejemplo, deberían quedar en zonas elevadas o colocar cierres de seguridad.

 

También por la seguridad de los niños en el baño, como en el resto de la casa, coloca protectores en los enchufes que queden a su alcance.

11/11 © Ikea

Sus cosas a su alcance (salvo lo que no es para ellos)

Para que sean más autónomos, coloca cestas con los peines, su colonia y otros enseres a su alcance y perchas con su toalla también a una altura a la que llegue. Los niños estarán más contentos y tú más tranquilo porque sabes que “llegan”.

 

Pero ojo con aquello que no es para ellos. Es frecuente guardar los medicamentos en el cuarto de baño, a pesar de que por la humedad que se genera en este ambiente, no es lo más apropiado. Así que si eres de los que tiene aquí el botiquín, colócalo en una zona alta para que los niños no lleguen. Y también es conveniente que tengan llave. 

Más sobre: