Corramos un tupido velo
Las formas de separar espacios en un salón diáfano solo tienen el límite de tu imaginación. Esta propuesta es muy interesante porque genera una separación con una cortina de flecos grises que no limita el acceso por el espacio, y que incluso lo separa de forma lúdica, porque atravesar los flecos es algo que siempre resulta divertido. Permite el paso, comunica el sonido y es un elemento estético muy original a tener en cuenta.
Clasicismo modernizado
Una puerta que separa el salón del comedor es un clásico de las estancias con vocación diáfana. Sin embargo, en este caso te presentamos la disposición que toda casa de rancio abolengo exige: un sofá presidiendo la estancia con una mesa de centro generosa; aunque en este caso los asientos secundarios, que habitualmente son sillones, han sido sustituidos por sillas de diseño muy contemporáneos. Detrás, la maravillosa lámpara de lágrimas nos recuerda el estilo de la propuesta que decoración que estamos viendo: barroca, actual y con mucha personalidad.
La separación está en la pared
Si observas con detenimiento esta propuesta de decoración verás que, efectivamente, el salón, la cocina y el comedor están integrados en el mismo espacio. Sin embargo, la pared hace un paréntesis. La pared del salón es de ladrillo y la de la cocina tiene muebles de madera y mosaico de azulejos pequeños. Esta es una forma estupenda de crear separación entre espacios, pero permitiendo pasar la luz al estilo de una estancia diáfana, como si hubiéramos cortado los tabiques por la mitad, y de cintura para arriba lo viéramos todo.
Puerta de cristal
En ocasiones los espacios diáfanos necesitan un punto de intimidad, bien sea para mantener conversaciones privadas o para aislarnos del sonido de la televisión, música o de otras conversaciones que no nos apetece escuchar. El objetivo principal de los salones diáfanos es mantener la luz natural a lo largo de todo el espacio y facilitar el contacto físico con todo lo que ocurre. Por este motivo, si necesitamos crear una división del salón, pero somos fieles al estilo diáfano, la mejor forma de conseguirlo es con una mampara de cristal que permita ver qué ocurre al otro lado del salón, que no evite que la luz bañe el espacio, pero que aisle del ruido o de las conversaciones que no pretendemos escuchar.
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Busca la luz
A la hora de organizar el espacio en un salón diáfano, que se presupone espacioso, es muy conveniente realizar un análisis muy certero de las actividades que se van a realizar en él. Por lo general, si la mesa de comedor está presente suele convertirse en una zona donde disponer de luz natural resulta muy necesario. Por ese motivo, ordenar los muebles en función del uso y de la necesidad que puedan hacer de la luz es una opción que agradecerás cuando el salón esté montado y toque vivir de forma real día a día.
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Estructuras de dos alturas dentro del salón
Érase una vez un salón tan grande, tan grande, que echó de menos la compañía de un dormitorio. Entonces un carpintero se puso manos a la obra y edificó una estructura de madera que dispuso de escalones donde guardar libros, convirtiendo esa escalera en una estantería. Dejó espacio para hacer un balcón dentro del propio salón, donde poner macetas, y en lo más alto colocó una cama de matrimonio para que durmiera el dueño del salón. Y fueron felices, cómo no.
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Mueble separador
Para separar espacios, una opción muy interesante puede ser la construcción de un mueble a medida y, como en este caso, que encapsule también la chimenea. En esta casa claramente se han tirado tabiques para generar un espacio completamente nuevo y, tras la estructura de la chimenea y armario, queda un despacho diáfano incluido en salón.
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Una mampara separadora
Este salón es uno de los más eclécticos y maravillosos que hemos visto en mucho tiempo. La mampara se hace necesitar para separar ambos lados del salón, a un lado el sofá, y al otro la chimenea, con bañera integrada. Este es el “no va más” del eclecticismo-barroco-kitsch, y un placer para la vista, porque reina la libertad y la creatividad.
Todo en blanco
A veces las soluciones de decoración de los espacio solo pasan por utilizar un color en concreto, en este caso el blanco. Puertas abiertas y luz transitando en libertad por los muebles, que también respetan el “dress code” y visten de blanco para acabar de unificar la armonía luminosa de esta propuesta de decoración.
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