Este elemento no solo es decorativo. Las hamacas nos hacen trabajar nuestro equilibrio y nos mecen llenándonos de sosiego y trasladándonos a un espacio personal donde pensar, leer y conversar. ¿Con cuál te quedas?
También para los más pequeños
Para tus hijos la hamaca cumple una doble función. Por un lado sigue siendo un elemento de la habitación que le puede aportar diversión y tranquilidad a partes iguales, pero además la hamaca ayuda a que tus hijos experimenten el equilibrio desde muy pequeños y trabajen sus miedos a la altura y a la inestabilidad para afrontar futuros problemas de vértigo o estabilidad.
Descanso con red
Existen muchos tipos de soportes que podemos considerar hamacas o primas hermanas de estas. En la decoración que te proponemos podrás ver que se trata de una cama de red donde reposar en equilibrio y a una distancia considerable del suelo. A esta estructura se accede desde una escalera y es equivalente a levitar sobre el salón, se trata de una plataforma muy original para suspenderte en el aire y leer, descansar o meditar.
También en apartamentos abuhardillados
¿Quién dijo que las hamacas eran un lujo? No están reservadas únicamente a grandes espacios exteriores, ni zonas de piscina ni salones con varios ambientes. También una habitación con el espacio reducido admite perfectamente la hamaca.De hecho, es donde cobra más interés, pues gracias a los ganchos esta puede ser desplegada cuando nos apetezca y mientras no la utilizamos permanecerá colgada solo de uno de sus lados dando la impresión de que se trata de un elemento decorativo textil sin mayor protagonismo.
Estructura para mecerte
Existen también los llamados “decks”, que son unos soportes para levantar la hamaca cuando no disponemos de enganches en las paredes o cuando directamente no nos apetece poner a prueba los materiales de construcción, por si los ganchos pudieran soltarse y dejarnos caer al suelo. Una estructura de madera que sostenga la hamaca es también un elemento decorativo muy apreciado, pues se construye en formas rústicas que se adaptan muy bien a los muebles de jardín y aporta la misma sensación de equilibrio y relax que cualquier hamaca clásica.
El techado de tus sueños
Si vas a construir tu propia zona exterior de jardín donde incluir una zona de comida y relax, no olvides aderezar tu propuesta de decoración con unas hamacas en tonos claros. Cuando no están en uso simplemente pasan por ser un elemento decorativo que acota el espacio, como si fuera un cortinaje leve, que gracias a su textura y flecos parecen el aderezo ideal a las flores y a las vigas de madera, todo un escenario de paz y sosiego.
Hamaca para permanecer sentados
Puede funcionar igualmente bien tanto en interior como exterior, y este tipo de hamaca facilita que la postura sea erguida, manteniéndonos sentados. Es casi más parecido a un columpio que a una hamaca, pero mantiene los mismos mecanismos de equilibrio y balanceo. Lo que, además, aporta esa propuesta es que incluir cojines resulta muy sencillo y podemos generar en el interior de la hamaca un espacio confortable desde el que leer o conversar.
Nuestro lugar especial en cualquier lugar
No hace falta buscar concienzudamente un espacio donde nuestra hamaca encaje a la perfección, la gran facultad que tienen estos elementos es que allá donde coloques los enganches y despliegues su estructura te parecerá que es el lugar idóneo, sea cual sea, porque la hamacas son recursos de decoración y relax que realmente no ocupan espacio y que cuando están presentes se integran como si cualquier rincón fuera el ideal.
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Hamacas de alta clase
La imagen más popular de las hamacas es muy sencilla, pero existen otras combinaciones que se asientan a la perfección en decoraciones mucho más sofisticadas. Este es el caso de la propuesta de decoración que te presentamos, donde cabría una hamaca clásica, pero que este elemento cobra otra dimensión cuando se construye con una estructura más estable de materiales similares al sofá.
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Convierte tu casa en el centro de las reuniones
Si tu jardín dispone de varias hamacas, será el reclamo para convertirse en el núcleo de las celebraciones y citas improvisadas. Hacen que tu espacio exterior se convierta en un icono, es original y transporta a un concepto de sosiego. Además, las conversaciones que se desarrollan sobre las hamacas están guiadas por la tranquilidad y el equilibro, y eso se transmite a las relaciones sociales y a los vínculos que generamos subidos a ellas.