Naturaleza muerta para dar vida
Los cuadros de flores desecadas pueden dar mucha personalidad a tu pared. Realizando un mosaico de cuadros, como en este ejemplo de decoración, estamos aunando la belleza de las flores y plantas con la sabiduría de sus anotaciones. Siempre que utilicemos este tipo de plantas en papel estamos apelando a un arte delicado, meticuloso y que evoca a realizar una pausa en el tiempo.
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No olvides la fotografía
Hay muchas opciones a la hora de incorporar cuadros a nuestra decoración. De las láminas y de los cuadros al óleo nunca nos cansaremos, pero existe también una tendencia cada vez más en vanguardia que se apoya en la fotografía contemporánea. Descubre auténticas joyas del arte fotográfico y aplícalas en tu decoración. El uso del color y las texturas funcionan similar al del arte más clásico: juega con sus colores para que la estancia se apoye en ellos, tanto para darle más protagonismo al cuadro como para integrarlo de forma más coherente con el espacio.
No solo imágenes
La frontera entre lo que debe ser un cuadro y la imaginación es solo cuestión de gustos. En este caso te proponemos un tipo de cuadros muy atípicos, pues realmente son ventanas rústicas. En concreto, esta propuesta se basa en la parte superior de las puertas de edificaciones rurales, que disponían de una ventana superior para poder mantenerla abierta de forma general, mientras que la capa inferior permanecía cerrada para evitar que los animales accedieran a zonas prohibidas.
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Mosaicos de cuadros para niños
Ayuda a tus hijos a apreciar también la armonía de la decoración en su propio espacio. Si su dormitorio cuida los detalles y es favorable a mantener un equilibrio en su decoración, tus hijos sabrán entender mejor el orden y el esfuerzo que mantienes en el resto de la casa. Que sus elementos decorativos estén enmarcados y busquen un orden, aún dentro de su propio caos, favorece que el gusto estético de tus hijos, porque demuestra que la decoración aplica mimo e intencionalidad.
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Cuadros de gran formato
Si a veces decimos que “menos es más”, nos referimos a que no hace falta recurrir a muchos cuadros para dar por decorado un espacio. Una sola idea bien aprovechada puede vestir más y mejor una estancia. Por eso, recurrir a cuadros de gran formato puede ser una opción muy efectiva para dotar de personalidad a tu casa, en especial a zonas de paso que muchas veces son las grandes olvidadas.
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Eclecticismo por partida doble
Al realizar un mosaico de cuadros sobre una pared del salón podemos apoyarnos en elementos que van más allá de la lámina enmarcada o el cuadro de lienzo y marco. Existen otras combinaciones de materiales, incluso superficies en tres dimensiones. Piensa en incorporar un reloj a tu mosaico de cuadros y figuras geométricas. En este ejemplo de decoración, incluso se ha añadido una figura de elefante de latón, un ciervo de cerámica y palabra “love” en metal.
Figuras en relieve
Los cuadros siempre pueden sorprendernos, incluso cuando el marco carece de lámina y óleo. Te proponemos una opción muy divertida y original, la de utilizar los cuadros solo para encuadrar figuras animales hechos en escayola, que sobresalen de la pared como si fueran trofeos de caza en los que ningún ser vivo ha sufrido daños. Estas esculturas son blancas, lo que favorece una uniformidad de color muy equilibrada y, de esta forma, se favorece que no nos cansemos en exceso de este detalle decorativo con el paso del tiempo.
Un solo color que lo llena todo
También, cuando nos referimos a menos es más, podemos apoyarnos en un solo cuadro de un solo color, pero tan potente y llamativo que lo envuelve todo. Para conseguir que esta propuesta de decoración surta efecto es muy aconsejable que el resto de la estancia mantenga un color uniforme, y preferiblemente que tienda al blanco.
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