La víspera de Nochebuena se confirmaba una de las noticias más esperadas por los millones de fans de la cantante de Tennesse: Miley Cyrus y Liam Hemsworth se daban el sí quiero tras diez años de relación, una relación, todo hay que decirlo, que ha pasado por diversos altibajos. El feliz momento fue inmortalizado por Miley en su cuenta de Instagram.
Culminaba así un año que ha estado plagado de buenos momentos, como la presentación de su nuevo trabajo, Nothing breaks like a heart, después de más de un año de sequía creativa, pero también de momentos amargos, por ejemplo, cuando los terribles incendios que han asolado California recientemente destruyeron por completo su casa.
Pero, como dice el refrán, "no hay mal que por bien no venga" y la pareja celebró con sus familiares y amigos más cercanos su esperada boda en otra de las propiedades de Miley, concretamente en Franklin, una pequeña comunidad situada a pocos kilómetros de la ciudad de Nashville (en el estado de Tennesse). Se trata de una propiedad, que la cantante compró en 2017, de más de 13.500 metros cuadrados en la que se levantan dos construcciones: la casa principal y una segunda vivienda destinada a invitados.
La vivienda principal consta de unos 620 metros cuadrados de superficie y está distribuida en dos plantas más una buhardilla. Consta de cinco dormitorios, cuatro cuartos de baño completos y dos aseos.
Una vez en el interior se tiene acceso a un salón de planta rectangular donde impera un estilo decorativo que bien podría definirse como rústico chic. La preponderancia de la madera como revestimiento de suelos, paredes y techos (donde destacan las originales vigas vistas) en dos tonos confiere al espacio un aire que es al mismo tiempo tradicional y moderno.
Destaca la chimenea de piedra, a ambos lados de la cual se encastran dos estanterías de madera que aprovechan bien el espacio diponible y no entorpecen el amplio espacio diáfano de la estancia. El mobiliario, que sirve también para diferenciar espacios, en el que se combina la madera y el cuero adquiere también un cierto aire vintage muy chic.
La cocina, abierta al salón a través de un amplio dintel sin puerta de madera, es también diáfana, aunque se distribuye a partir de una isla central donde se encuentra la cocina, el fregadero y una amplia encimera de granito negro para trabajar sin mayor problema.
Al fondo, y junto a la enorme ventana, se sitúa una mesa de comedor rectangular, perfecta para las comidas y cenas. Y todavía queda espacio para disponer un pequeño espacio de estar junto a la chimenea de ladrillo que preside uno de los laterales de esta estancia.
El mobiliario responde a una estética rústica muy cuidada, tanto los muebles que presentan un estilo 'muy provenzal' con aspecto decapado en su terminación, así como bonitas luminarias muy 'coutry' que se alternan con la modernidad de los focos halógenos.
El dormitorio principal recrea el mismo estilo 'country' que impera en toda la casa. Los muebles de madera de aspecto decapado, la cama de hierro forjado o la alfombra de rafia junto a la chimenea que preside el espacio confieren a la estancia un aire de confortable calidez. Al igual que en el resto de la casa, la luz es otra de las grandes protagonistas por las enormes ventanas que presiden los espacios.
En la imagen uno de los cuartos de baño donde vuelve a destacar la luz, así como cierto toque vintage gracias a la bañera exenta que ocupa una de las esquinas del espacio. Volvemos a encontrarno con la madera como material de revestimiento principal, un detalle poco habitual para nosotros dado que se trata de la zona de aguas. El cuarto de baño cuenta también con una amplia ducha con mampara.
La casa cuenta con una amplia zona abuardillada en la tercera planta que se ha acondicionado como sala de juegos y cuarto de estar. Una estancia lúdica donde predominan los tonos neutros, la calidez de los muebles de madera y la moqueta que reviste todo el suelo.
Desde la sala de juegos se accede a una amplia terraza desde donde se tienen unas inmejorables vistas de los bosques de los alrededores. La combinación de piedra y madera, dota a este espacio de disfrute de una agradable atmósfera.
Desde el salón principal se accede a un porche cubierto, tan amplio que se ha podido disponer tanto una zona de comedor con una práctica mesa rectancular, como una zona de estar organizada en torno a una chimenea de piedra coronada por un televisor de pantalla plana.
Vuelven a destacar los revestimientos de madera y los enormes ventanales a través de los cuales se cuela la luz, incluso, en los días más grises de Nashville.
Desde el poche cubierto se accede a una coqueta piscina y un pequeño spa donde disfrutar de los días más cálidos del verano. Incluso, en esta zona trasera de la vivienda hay un pequeño mini-golf donde los aficionados a este deporte pueden ejercitarse.
A una distancia considerable de la vivienda principal se levanta una construcción, cuya estructura recuerda a la de un granero. A salvo de miradas indiscretas y con total privacidad es el lugar perfecto para alojar a invitados.