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Solo necesitas un rincón

Si dispones de poco espacio, es muy importante que encuentres un escritorio en el que puedas almacenar todo aquello que necesitas para trabajar. Y nada como poder cerrar ese espacio una vez que has terminado la jornada laboral, para disfrutar plenamente de tu tiempo de descanso en el sofá.

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Aprovecha la luz de la ventana

Si dispones de una ventana en el salón, con espacio disponible para ubicar tu escritorio, no dudes de que hacerlo será la mejor opción, ya que no hay nada como la luz natural para trabajar. Muebles sencillos y una pieza especial, como la silla tapizada en verde, harán mucho más llevaderas las horas que pases en tu rincón de trabajo.

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Un espacio unificado

Puedes crear una oficina dentro del salón unificando las tonalidades de algunos complementos de la zona de trabajo y de la zona de estar. En esta propuesta de Ikea, el gris plomo de la mesa y las estanterías se extiende hasta la manta del sofá. En su propuesta incluyen una silla ergonómica con ruedas, que permite una gran amplitud de movimientos de la mesa de trabajo a la zona donde guardas documentos, archivos, etc.

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Un escritorio perfectamente integrado

No siempre es necesario que la zona de trabajo ocupe un lugar apartado dentro del salón. Puedes convertir este en un gran despacho, muy acogedor, si colocas el escritorio en la zona central de la estancia. Ahora bien, poder desconectar al final del día, es recomendable que el escritorio se mantenga lo más despejado posible.

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Mínimo espacio, orden máximo

Aunque no dispongas de mucha profundidad, puedes aprovechar el espacio de una pared para extender tu zona de trabajo a lo alto y lo ancho de la misma. Las baldas te ayudarán a conseguirlo. Utiliza pocos colores y combínalos bien para evitar un efecto caótico.

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Un ambiente sobrio muy propicio para trabajar

En ocasiones solo necesitamos lo mínimo para poder sentarnos y desarrollar nuestro trabajo al abrigo de nuestro salón. Este espacio muerto junto al sofá es perfecto para que establezcas tu escritorio, y con él tu puesto de trabajo. Se necesitan menos metros de los que imaginas para poder disponer de tu propia oficina en casa.

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Un espacio inspirador

Es muy importante que el espacio de trabajo resulte personal, y que puedas rodearte de aquello que te inspira y te ayuda a concentrarte. Si tienes espacio suficiente no dudes en disfrutar de esa amplitud y olvídate de arrinconar tu escritorio.

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Escritorio o mueble decorativo

Este escritorio secreter de mango macizo cuenta con un acabado envejecido que lo convierte en una pieza decorativa de lo más interesante para tu salón. Porque trabajar en un espacio bello hace que el tiempo que dedicamos a ello sea mejor y más placentero. Además, con un mueble así no sentirás que tu salón ha sido ocupado por tu tiempo de trabajo.

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