Busca los tonos cálidos
Los tonos cálidos, como los rojos, naranjas y amarillos, estimulan la creatividad y nos ponen de buen humor. En cambio, los tonos oscuros ensombrecen cualquier estancia y le restan energía. El rojo, aunque es el color cálido por excelencia, es mejor utilizarlo con cuidado, en pequeñas dosis. El naranja es ideal para espacios en los que se requiera actividad, como el despacho y la cocina. Los amarillos oscuros, ocres y mostazas son menos intensos pero igual de alegres y luminosos.
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Lleva la naturaleza al interior de tu casa
Nada como el contacto con la naturaleza para aportar alegría y felicidad a cualquier espacio de tu casa. Nada como las plantas para hacernos sentir bien, tanto por el colorido que aportan a la casa, como por el poder que tienen para purificar el aire, eliminando sustancias químicas que pueden resultar nocivas para la salud.
Los accesorios, pocos y con valor personal
Evita sobrecargar las habitaciones, y elige para tu casa aquellos objetos que signifiquen algo para ti, porque llenarán tu casa de tu propia historia personal, y no hay nada que ilumine más.
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Elige bien los materiales
Nada como los materiales naturales, como la madera, para conseguir una casa natural y luminosa. Huye de los barnices y de los tonos demasiado oscuros, que pueden apagar demasiado una estancia y aprovecha el tono natural de la madera. Como mucho, puede estar aceitada. También puedes introducir la madera en pequeños objetos, como bandejas, percheros e incluso lámparas.
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Un poco de papel pintado
El papel pintado te ayuda a renovar y a llenar de alegría cualquier rincón de la casa de manera rápida y fácil. Con poco esfuerzo y dinero podrás renovar esa estancia que necesita un cambio de aires lo antes posible. Además, son aptos para cualquier espacio, incluidos los cuartos de baño. Existen infinidad de estampados, por lo que encontrarás el que mejor se adapte al estilo de tu casa.
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Hazle sitio a la luz natural
La luz del sol es fuente de vida y la mejor forma de iluminar tu casa. Distribuye tu casa de tal manera que las estancias en las que pases más horas durante el día estén orientadas hacia el sol. Coloca los muebles para que dejen paso a la luz, y cáptala mediante tonos claros y textiles casi transparentes. Además, los materiales como el cristal y los espejos reparten la luz por todo los rincones.
Introduce colores luminosos
Busca una base en tonos neutros para las paredes y muebles grandes, y añade sobre estos pequeños toques de color en accesorios y textiles pequeños. No necesitas que sean colores o estampados muy llamativos, lo importante es que sean luminosos para lograr ese anhelado toque de alegría en tu hogar.
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