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Si tu casa no es muy luminosa no tienes que renunciar a ese toque especial que aportan las plantas. No todas necesitan mucha luz ni cuidados especiales. Pon una nota de naturaleza en tu hogar con cualquiera de las plantas que te sugerimos aquí.

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La 'Chamaedora elegans' o Camadorea

Es una planta de interior tipo palmera que puede vivir muy bien en espacios de interior poco iluminados. Se trata de una palmera muy resistente y fácil de cuidar, originaria de México y Guatemala.

Aunque no necesita mucha luz, sí requiere un ambiente húmedo, ya que la falta de humedad hace que las puntas de sus hojas se sequen, quedando de un color marrón que la afea. Evítalo pulverizando las hojas con regularidad. Cuando crezcan nuevas hojas mantén la tierra húmeda. El resto del tiempo deja que se seque antes de volverla a regar.

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Lengua de tigre o sansevieria

Es un tipo de planta de interior alargada y muy resistente. Aunque crece muy bien en zonas con mucho sol, se adapta perfectamente a los entornos con poca luz.

Existen distintas variedades de lengua de tigre, pero la más conocida es la de hojas verdes que tienen en los bordes una línea de color amarillo.

Necesita muy pocos riegos y uno de sus mayores enemigos es el exceso de agua. Por la forma en la que crece es perfecta para decorar creando un efecto de verticalidad.

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La aspidistra

Es una de las plantas de interior más habituales. Es muy resistente y crece en cualquier lugar. No solo no requiere mucha luz, sino que además necesita pocos riegos. De hecho, el exceso de luz puede amarillear sus hojas, así que opta por lugares sombríos para ella y evita la exposición directa al sol. Es una planta típica de patios y portales. Debido a su resistencia, es ideal para quienes aseguran no tener buena mano con las plantas.

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La hiedra

Esta planta de interior destaca por su elegancia y su porte colgante. La hiedra tolera exposiciones con poca luz, aunque se desarrolla de manera óptima con luz abundante, pero sin exponerse directamente al sol. Le gustan las temperaturas frescas.

La tierra ha de mantenerse húmeda pero sin abusar. Para mantener el brillo propio de las hojas, rocíalas a menudo con agua tibia. Los días de lluvia sácalas al exterior. El agua de lluvia las sanea y elimina posibles plagas de sus hojas. Si donde vives no llueve mucho, puedes imitar el efecto con una ducha con abundante agua.

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La 'Monstrera deliciosa' o Costilla  de Adán

Es una planta trepadora procedente de las selvas tropicales del sur de América. No tolera el sol directo, y se encuentra muy bien en un estado de semisombra. Se adapta muy bien a temperaturas que ronden los 22º. Por debajo de los 10º deja de crecer y sus hojas se llenan de manchas marrones.

Hay que regarla una vez por semana en primavera y verano, y cada 12 días en invierno. Pulverízala a menudo porque le gusta mucho la humedad.

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La cinta

También se la conoce como malamadre, lazo de amor o araña. Es originaria de Sudáfrica. No tiene tallo, y sus hojas son lineales y lanceladas, con los bordes de color verde. Adoran la humedad, asi que resultan ideales para decorar el cuarto de baño o la cocina.

Aunque la cinta agradece la luz, es mejor evitar el sol directo que podría quemar sus hojas. Tolera muy bien los rincones en sombra o semisombra, y le sienta de maravilla que las pulvericen con agua de vez en cuando.

En verano hay que regarla dos o tres veces por semana pero en invierno es suficiente con una vez a la semana. Es muy resistente a los cambios de temperatura.

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