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The Hall Studio (thehallstudio.com) ha sabido integrar los elementos modernistas, como los suelos hidráulicos o los rosetones, con el estilo nórdico, logrando ambientes llenos de belleza y encanto. © José Hevia

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Los muebles nórdicos conviven con piezas antiguas restauradas y elementos industriales, como las sillas de color, logrando un estilo cálido, lleno de vitalidad y armonía. © José Hevia

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El blanco se apodera de paredes, mobiliario y ropa de cama, encontrando en la madera su mejor aliado decorativo. Su unión embellece las estancias, aportando, al mismo tiempo, grandes dosis de calidez. © José Hevia

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Con techos de 320 cm, el dormitorio se define sencillo y casi monacal, el lugar ideal para el descanso. © José Hevia

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Para conseguir que la luz llegase a todos los rincones, se eliminaron pasillos y tabiques innecesarios, permitiendo el libre acceso de sol y la claridad a toda la vivienda. © José Hevia

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Una gran puerta corredera blanca independiza el cuarto de baño de la zona social, manteniendo esa sensación de espacios únicos y abiertos, y permitiendo, al mismo tiempo, la llegada de la luz natural de los balcones. © José Hevia

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El color blanco y la madera son dos de las constantes decorativas que se mantienen en todas las estancias, incluido el cuarto de baño. © José Hevia

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Los mosaicos hidráulicos del suelo forman alfombras preciosas, que muestran como la belleza auténtica es capaz de sobrevivir al paso del tiempo. © José Hevia

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The Hall Studio diseñó una distribución cómoda y sencilla. Así, en un único espacio conviven el salón, el comedor y la cocina. © José Hevia

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Para proteger la pared de ladrillos, visualmente impactante, The Hall Studio optó por colocar una trasera de cristal, que abarca la zona de cocción y de aguas. © José Hevia

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