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Desde la calle, la vivienda se hace hermética, preservando la intimidad y privacidad de sus habitantes. Volúmenes cúbicos organizan el espacio arquitectónico, y donde se puede ver también la importancia que adquieren los materiales. En este caso el hormigón, la madera y el enlucido en blanco contribuyen también a acentuar el juego volumétrico.

© Lluís Casals

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Esta vivienda unifamiliar, proyectada por el estudio Jaime Sanhauja Asociados, destaca muy especialmente por cuatro cosas: el juego de volúmenes, la captación de la luz, la distribución de los espacios y el objetivo de regalar a sus habitantes unas vistas inmejorables. Se distribuye en dos plantas perfectamente interconectadas. Amplios ventanales abren la casa al jardín en el que se ha integrado un pinar que se funde visualmente con el arbolado del campo de golf, ubicado junto a la parcela de la vivienda.

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La vivienda cuenta con una estupenda piscina, de forma rectangular orientada al sol. Está conectada a la terraza, cubierta con un porche que sirve de nexo de unión entre los volúmenes de la arquitectura de la casa, los espacios exteriores del jardín y la piscina.

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El corazón de la casa es el gran salón comedor, presidido por enormes ventanales al jardín, cuatro esculturales lucernarios en el techo y una escalera, visualmente muy ligera apoyada sobre una gran estantería, que conduce a la planta superior, lugar donde se encuentra el área más privada de la vivienda: una habitación en suite, con vestidor y cuarto de baño, un baño completo y dos dormitorios infantiles.

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La casa se articula en dos niveles. En la imagen una vista desde la planta superior del salón comedor, desde, como se puede ver, se accede directamente a la cocina.

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La parte dedicada a zona de estar está a otro nivel. Hasta él se llega a través de una suave rampa de madera. En la decoración triunfan los colores neutros y la madera, que se complementan a la perfección con toques de color en contraste.

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Una vista de la cocina, situada en la planta baja de la vivienda, con acceso directo al jardín y comunicada con el comedor a través de dos grandes puertas correderas de cristal. Destaca su decoración minimalista y el uso de la madera para proporcionar un toque cálido al ambiente, donde, una vez más, la luz adquiere todo su protagonismo.

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Ortra vista de la cocina, que tiene forma rectangular y está orientada claramente a captar las vistas y la luz del paisaje, que se integra perfectamente con las estancias de la casa.

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En la segunda planta se encuentra la zona más privada de la vivienda. En la imagen, el cuarto de baño con vestidor interior, que conectan directamente con una suite. Líneas simples, predominio del color blanco y la madera para conseguir un ambiente relajado, elegante y muy contemporáneo.

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El blanco y la madera, unido a las líneas simples y rectas crean interesantes perspectivas que van a confluir al jardín exterior.

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Los volúmenes cúbicos con los que ha sido concebida esta vivienda unifamiliar crean soprendentes perspectivas.

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Otra vista de la vivienda desde la calle, donde se aprecia con claridad el hermetismo de la vivienda a a miradas provenientes del exterior.

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