1/12

Además de una función práctica, los espejos poseen una faceta estética, capaz de transformar los espacios. Como este modelo dorado de Zara Home (zarahome.com).

2/12

Colocado sobre la chimenea da sensación de profundidad, además de poner un toque chic al salón, como ocurre en este espacio decorado por Dalla Polvere (dallapolvere.com).

3/12

Situado sobre la cómoda del dormitorio es todo un clásico. El aliado perfecto para arreglarse. De Portobello Street (portobellostreet.es).

4/12

Tan importante como su carácter funcional es su valor estético, que les permite brillar con luz propia. De Koket (bykoket.com).

5/12

Si reflejan una ventana de la estancia, duplicarán la sensación de claridad. Modelo Sara de Poliform (poliform.it).

6/12

Son el recurso perfecto para potenciar la luz natural de las estancias. Con ellos, las habitaciones parecerán más luminosas. Fritz Hansen (fritzhansen.com).

7/12

La unión hace la fuerza, como ocurre en este ambiente de Zanotta (zanotta.it), donde se ha creado una composición funcional, llena de fuerza visual.

8/12

Al combinar espejos de distintos tamaños, juegas con la perspectiva y los reflejos, aspectos que te ayudarán a hacer crecer los metros. De El Corte Inglés (elcorteingles.es).

9/12

Para aumentar visualmente la profundidad de un espacio, pon un espejo en uno de sus extremos. Los metros (visuales, eso sí) crecen. Zara Home.

10/12

¿Una escultura o un espejo? Este modelo de Touched Interiors es ambas cosas a la vez.

11/12

Este espejo de Boca do Lobo (bocadolobo.com) parece sacado de un cuento. ¡Que tiemble la madrasta de Blancanieves!

12/12

Escultural y sencillo, este espejo de Zanotta viene a confirmar que en cuestión de estilo muchas veces el menos es más.

Más sobre: